Es triste ver cómo hay animales que sufren mucho dolor por culpa de un humano. Pero afortunadamente, también existen personas que son ángeles terrenales, que están siempre dispuestos a ayudar a estos seres indefensos.
Es el caso de Patience, una perrita mezcla de Boxer-Beagle, que tras ser atropellada en una carretera en Oklahoma en 2016, sufrió una lesión en su médula espinal que la dejó paralizada.
Esta hermosa perrita apenas tenía cuatro meses de edad cuando sus patas traseras quedaron inmóviles a causa del fuerte impacto que recibió. Patience se aferró a la vida y se negó a morir.
Se arrastró por el pavimento hasta que un alma generosa la ayudó para que estuviera en un lugar seguro. Poco tiempo después de su rescate ella fue trasladada al Lone Pine Ranch Animal Shelter, en Arkansas.
El personal médico que recibió a Patience tuvo como prioridad atender las severas heridas infectadas que tenía en su cola y en sus patas traseras, como consecuencia del golpe y el roce con el pavimento.
Después de cumplir el tratamiento y hasta que finalmente la infección había desaparecido, el personal voluntario del refugio se dispuso a buscar la manera para que esta perrita pudiera volver a caminar o a movilizarse.
Ella se ganó el aprecio y el cariño de todos quienes la conocieron. Los voluntarios y su familia adoptiva sumaron esfuerzos para recaudar dinero con la finalidad de que Patience tuviera su silla de ruedas y asistiera a sus citas de fisioterapia.
Ella enamoró a muchos con su carisma y sus ganas de vivir.
Aproximadamente seis meses después, Patience fue dada de alta y pudo ir a su nuevo hogar. Realmente esta familia le brindó todo su cariño y amor. Llegó a su nueva casa un 27 de diciembre para vivir con dos hermanas perritas y una gatita.
Ella no puede usar sus patas traseras por un daño grave en dos vértebras, también padece de incontinencia intestinal y urinaria. Los voluntarios del refugio y su familia se han preocupado todos los días porque su condición no afecte su calidad de vida.
Todos en el hogar se encargan de que Patience tenga una vida divertida y feliz. Solo con el tiempo se podrá saber si ella caminará de nuevo. Su familia afirmó que ella es una perrita muy decidida y con una gran fortaleza, es un ejemplo de superación.
Gracias al amor, los cuidados y a ella misma sus avances han sido maravillosos, es capaz de apoyarse sobre los músculos de las piernas traseras, después de hacerlo solo con las delanteras.
Puede recoger las patas traseras e incluso dar algunos pasos temblorosos. A veces pareciera saber cuándo quiere ir al baño.
Durante los primeros dos meses de llegar a casa sus padres la llevaron a fisioterapia dos veces a la semana y desde entonces en casa realizan los ejercicios diariamente.
Afortunadamente, se encontró con una familia que día a día le demuestra su amor y cariño. Asumieron con mucha responsabilidad su adopción, dedican el tiempo necesario para sus terapias y la tratan como un miembro más de la familia.
Realmente esta perrita es feliz y disfruta su vida al máximo. Comparte con tus amigos y familiares la historia de Patience, indudablemente es un ejemplo a seguir.