La ternura de un recién nacido es realmente encantadora, y da igual si se trata de un ser humano o de un animal, todo el que llega al mundo requiere de mucho cuidado y atención.
Afortunadamente, eso fue lo que recibió esta pequeña zarigüeya, quien tras quedar huérfana fue rescatada por Missy Dubuisson, fundadora de Wild At Heart Rescue.
Missy se encargó alimentar a esta pequeña zarigüeya que tenía a su cuidado, cuando de repente sucedió algo encantador: la bebé zarigüeya comenzó a chuparse la cola como si se tratara de un chupete.
«Para tranquilizarse como lo hace cualquier bebé, esta pequeña encontró su cola», dijo Missy.
Missy cuando vio el adorable hábito de la zarigüeya de bebé, rápidamente hizo un video con su teléfono.
«El nivel de preciosidad en este video está más allá de cualquier comprensión», dijo Missy.
Missy decidió publicar la grabación de este encantador momento en su cuenta de Facebook, recibiendo cientos de halagos de los usuarios de las redes:
The level of precious in this video is beyond any comprehension!This wee baby possum is sucking his tail like a pacifier!In between tube feeds, this is how you will find him.I normally place a “permanent” feeding tube with this size babies~with skin glue, but I’m waiting for my extra tubes to come in. So until they do, I must tube feed each one instead of a “permanent” tube for now. So, this baby created his own pacifier!CuteNess OVERLOAD!
Publicada por Wild at Heart Rescue en Miércoles, 12 de febrero de 2020
Estos pequeños animales rosados estaban totalmente indefensos sin su madre, y Missy asumió la responsabilidad de cuidarlos con mucho amor para ayudarlos a crecer fuertes y sanos.
«Los bebés zarigüeyas nacen del tamaño de un frijol y necesitan de la bolsa de la madre donde continúan creciendo. Estos bebés tenían solo unas pocas semanas de edad», dijo Missy.
Cuando esta bebé y sus seis hermanos llegaron por primera vez a manos de Missy eran muy pequeñitos.
Para mantener a los bebés calientes y acogedores, el personal de rescate usó una incubadora para imitar la bolsa de la madre.
A medida que estas crías van creciendo y se vuelven más activas, serán trasladadas a espacios al aire libre para que se vayan acostumbrando al clima, aprendan a escalar y hacer nidos.
Missy cree que todo vale cuando se trata de salvar a las zarigüeyas y está tratando de educar a la comunidad sobre los beneficios que estos marsupiales aportan al mundo.
Las zarigüeyas rara vez transmiten rabia y comen cualquier cosa que encuentren, incluidas serpientes venenosas.
“Las zarigüeyas son poco conocidas y muy mal catalogadas. Ellas son responsables de reducir las garrapatas que causan la enfermedad de Lyme y hacen una increíble limpieza de serpientes. Las zarigüeyas son muy necesarias en nuestro entorno”, agregó Missy.
Una vez que las pequeñas zarigüeyas estén rehabilitadas serán liberadas en una zona boscosa donde podrán tener una vida feliz como se lo merecen.
Ayudemos a crear conciencia sobre estos animales compartiendo la historia de esta zarigüeya llena de ternura.