Animal Aid es uno de esos grupos de rescate que se ganan nuestra admiración y respeto por el increíble trabajo que realizan. Recientemente, han rescatado a un indefenso perrito que había perdido la esperanza de poder vivir dignamente. El equipo llegó al lugar tras recibir una llamada anónima informando sobre un perrito en terribles condiciones.
Era perrito callejero curtido por los años
Pese a estar advertidos cuando llegaron al lugar del rescate, la situación del perrito superó por mucho cualquier cosa se hubieran imaginado. El perrito estaba completamente cubierto de escamas, en lugar de piel solo había ronchas en un cuerpo cansado de luchar.
No se sabe cuánto tiempo debió estar en esa situación, pero sus rescatistas aseguran que sufrió por mucho tiempo debido al estado crítico en que se encontraba.
En los casos graves de sarna aparecen costras, escamas y llagas.
Uno de los rescatista se arrodilló y realizó el primer gesto de un amor, un bocadillo que seguramente fue el primero en mucho tiempo.
El hombre lo recoge suavemente con una manta del piso de tierra y lo traslada al santuario. Ahí recibió toda la atención que merecía, por fin había dejado atrás ese lugar en el que casi sucumbe en soledad.
Con mucho cuidado retiraron la piel reseca.
Una vez en el centro de rescate fue examinado por médicos veterinarios, el perrito parecía no comprender todo lo que estaba pasando, no creía estar recibiendo tanta atención. Uno de sus cuidadores comentó:
«Era como si se sintiera indigno de ser cuidado. Su espíritu y corazón estaban rotos, su cabeza colgaba, llena de tristeza. Era hora de cambiar su vida para mejor”.
Al examinarlo con más detalle descubrieron que la sarna había causado infecciones cutáneas secundarias. Su cuerpo estaba agrietado y sangraba en algunas zonas, sin duda, estaba sumergido en el dolor.
El perrito necesitaba de cuidado especial, para ayudarlo a mejorar le insertaron una vía intravenosa con la que le suministraron varios antibióticos para calmar el dolor.
El perrito también recibió tratamiento tópico para suavizar las escamas.
Con mucha paciencia e infinito amor el perrito fue dando grandes cambios. Aunque su estado de ánimo aún estaba decaído sus cuidadores se convirtieron en sus nuevos amigos y poco a poco lograron animarlo.
Su mirada triste quedó en el pasado, ahora es un perrito sano y feliz.
Para dicha de todos el perrito levantó su cabeza y con ella sus ganas de vivir. La increíble transformación del perrito a quien más tarde llamaron Ramu dejó a todos sus cuidadores con el corazón agitado de alegría.
Todos sus cuidadores disfrutan verlo correr por el santuario.
Solo era necesario un gesto de amor y mucha paciencia para cambiarle la vida a un perrito que creía todo estaba perdido.
Todos los amantes de los animales estábamos infinitamente agradecidos con el noble trabajo que hacen. Gracias por hacer la diferencia.
La vida de muchos peluditos depende de pequeños gestos que por mínimos que parezcan transforman la vida de los perritos más vulnerables. Sé parte de ese equipo que desea que todos los peluditos tengan un hogar y vivan rodeados de amor. ¡Comparte!