Para un amante de los animales no hay nada más importante que asegurarse de que sus peluditos se encuentren sanos y felices en todo momento. Sin embargo, en ocasiones suceden accidentes en los que se puede perder lo que más se aprecia.
Nadie se explica cómo llegó tan lejos de casa
Esto fue lo que le sucedió a William, un joven que ama incondicionalmente a su hermoso perrito color negro llamado Flok. Pero ambos tuvieron que enfrentarse a la terrible experiencia de no saber uno del otro.
William vive con su familia en Cosme Velho, Brasil, y en una infortunada tarde su perrito de 9 años salió corriendo de casa, sin poder ser encontrado en ningún lado.
«Salí a la calle tras él. Todos fuimos a buscarlo, corrimos de un lado a otro, preguntando», comentó William.
Los días sin Flok fueron terribles y William jamás imaginó que sería encontrado por un valeroso grupo de pescadores, a 5 kilómetros de la playa de Copacabana. El peludito se encontraba naufragando en el mar por lo que un minuto más sin ayuda pudo haber sido fatal.
Los pescadores no podían creer lo que veían, pero decidieron dejar a un lado su escepticismo y poner manos a la obra para rescatar al perrito. Dieron vuelta hasta donde se encontraba Flok y trabajaron en equipo para poderlo subir con ellos.
El rescate sucedió a tempranas horas de la mañana
El desgaste del perrito era más que evidente, estaba muy asustado y eso le hizo querer morder a todos los que estaban en la embarcación. Debido a ello, el capitán tomó la difícil decisión de mantenerlo atado hasta atracar el barco.
“Bebía, comía, tenía mucho frío, temblaba mucho”, dijo Edu, el capitán del barco.
William se enteró del paradero de su peludo después de que los pescadores, que venían de Petrópolis, tomaran una foto de él. La hermana de uno de ellos publicó la historia en las redes sociales y, menos de tres horas después, apareció el humano de la mascota, aguardando por Flok.
“En la mañana me encontré con una publicación en las redes sociales, los pescadores habían rescatado a un perro del mar y era Flok”, explicó William.
Hasta el momento no se sabe cómo Flok decidió adentrarse en alta mar, pero eso ha quedado atrás y ahora lo más importante son los muchos abrazos y besos que su dueño le tenía deparados.
En cuanto volvió a verlo, William se abalanzó sobre él para cargarlo, besarlo y hacerle saber lo mucho que le hizo falta. El rostro de ambos reflejaba felicidad y agradecimiento eterno hacia los buenos hombres que hicieron posible el reencuentro.
Están muy felices de poderse abrazar nuevamente
La vida siempre nos dará la oportunidad de ayudar a un animalito en aprietos, cuando llegué tu momento no dudes en hacerlo para devolverle la felicidad. ¡Comparte con todos tus amigos!