La desaparición de una mascota es una triste experiencia que nadie quiere vivir. Sin embargo, es una situación que sucede y tristemente con más frecuencia de la que imaginamos.
King es chihuahua de 15 años que hace 6 años desapareció del patio de su casa en San Antonio, Texas. La familia Vásquez estaba destrozada por no saber nada de su cachorro.
Hicieron volantes, publicaciones en las redes, visitaban el refugio local, pero pasaban los días y la búsqueda nunca tuvo el resultado que esperaban. Sin embargo, su familia se aferró a la esperanza de que algún día sus caminos se encontrarían de nuevo.
Sin saber cómo, King llegó a un refugio por primera vez, y lo que podría ser una pesadilla para la mayoría de los perros resultó ser una bendición disfrazada después de que el personal escaneó a King y encontró un microchip.
Finalmente, la información reveló que King tenía una familia amorosa que lo estaba esperando a más de 2.000 kilómetros de distancia.
«Como la mayoría de los perros en un ambiente extraño, era muy callado, moderado y nervioso«, dijo Cherie Wachter, vicepresidenta de marketing de HSBC.
Este dulce cachorro no tenía idea de que estaba a punto de encontrar el camino de regreso a casa. El refugio llamó a la familia y dejó un mensaje de voz en el que explicaba que su perro perdido los estaba esperando.
“La familia devolvió la llamada en una hora encantados de saber que King estaba a salvo y vivo. Pero cuando llamaron a las aerolíneas y se enteraron de que no había vuelos hasta el final de la semana. Debi y su hija decidieron ir a Florida a recoger personalmente a King», agregó Cherie.
La familia de King condujo más de 19 horas para verlo y abrazarlo nuevamente en un emotivo encuentro. King se sorprendió cuando su madre entró al edificio después de seis largos años separados.
“Creo que King pudo haber estado un poco nervioso al principio. Había mucha gente mirando y Debi comenzó a llorar», dijo Cherie.
Debi y su hija Danae estaban realmente conmocionadas de tener a su perro de regreso después tantos años.
“Dijeron que nunca perdieron la esperanza e incluso le trajeron el collar», dijo Cherie.
Para celebrar el gran reencuentro la familia fue a Dania Beach para disfrutar del Océano Atlántico.
“Fue increíble presenciar un cambio tan feliz para el pequeño King”, agregó Cherie.
Finalmente, King comenzó a relajarse y pareció darse cuenta por primera vez de que esta vez su familia no iría a ninguna parte y comenzó a interactuar con sus seres queridos.
No te vayas sin compartir este reencuentro tan emotivo que nos recuerda que jamás hay que perder la esperanza.