Todos los perros merecen una vida en donde nunca les falte nada y puedan contar el apoyo de una familia amorosa.
Por desgracia, aquellos que son mayores y se encuentran en un refugio suelen ser sometidos a largos años de espera y en muchas ocasiones no hay nadie dispuesto a darles una segunda oportunidad. Este parecía ser el destino de un dulce perrito llamado Dreadlock.
El perrito vive en la ciudad de Phuket, en Tailandia.
Se trata de un dulce mestizo que fue rescatado en las calles por la Fundación The Soi Dog. Tenía muchos problemas en la piel y la dura vida en las calles había afectado seriamente todo su pelaje.
Todo estaba tan enredado y sucio que le estaba causando serios problemas de salud. Los voluntarios dedicaron horas a bañarlo y cortar todo el pelaje enmarañado.
Dreadlock mejoró al cabo de un par de meses, pero su pelaje nunca volvió a crecer.
Parecía el momento perfecto para comenzar una nueva vida, pero todos hacían la vista gorda al ver a Dreadlock. Era un perro saludable, feliz y tranquilo, pero tuvo que ver cómo cientos de perritos salían del refugio mientras él continuaba pasando las noches en su jaula.
Cuando ya había perdido todas las esperanzas, llegó el momento. Alguien llegó buscando a un perro tranquilo y los rescatistas supieron quién era el perrito perfecto.
Dreadlock fue adoptado cuando ya llevaba cuatro años en el refugio.
Debido a su edad, Dreadlock es muy tranquilo. No necesita de constantes juegos y a pesar de que es muy cariñoso no se muestra emocionado a menos que se trate de un momento sumamente especial.
En cuanto supieron su historia, la familia se conmovió y decidieron llevarlo a la casa. El dulce perrito que siempre se mostraba tan relajado no parecía caber en sí de emoción cuando le dieron las buenas noticias.
“Es hermoso. No entiendo cómo tardó tanto tiempo en encontrar una familia”.
Decidió celebrarlo por todo lo alto y cuando conoció a su nuevo padre comenzó a saltar de un lado para otro en un gracioso baile. De alguna manera, este astuto perrito había comprendido que este era el momento que tanto había esperado.
Comenzó a ladrar e incluso parecía que estuviera agradeciendo cariñosamente que alguien se fijara en él después de tantos años.
“Está demasiado feliz. Gracias por adoptarlo. Se lo merece”.
No hay duda de que este hermoso perrito la pasará de maravilla junto a su nueva familia y podrá conocer finalmente qué se siente tener un hogar. Su historia nos ayuda a recordar la importancia de adoptar perritos mayores para poder brindarles unos últimos años llenos de alegría.
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