Cuando todos vieron a Mark Lewis con una enorme piedra intentando romper el cristal de un auto BMW estacionado, se llenaron de indignación. No imaginaban que tenía la más poderosas de las razones para cometer un «vandalismo» así. Y es que no se trataba de ningún acto de mala fe, todo lo contrario:
Un pequeño perrito blanco dejado por sus dueños luchaba por su vida dentro del auto caliente.
Las escenas tuvieron lugar en un estacionamiento de Grand Bend Beach, cuando la temperatura exterior era de 30 grados. Pero sabemos bien, que tras escasos minutos bajo el sol incandescente, un auto puede llegar hasta 50 grados en su interior.
El peludín jadeante y desesperado, solo rogaba que sus dueños regresaran pronto para que lo salvaran de ese infierno.
Es inaudito e indignante que después de tantos sucesos de dueños negligentes que han cometido los mismos actos repudiables de dejar a sus mascotas dentro de un auto hirviendo, por ir de compras; y a pesar de las advertencias de las autoridades, estas faltas de responsabilidad sigan sucediendo.
Mark pidió ayuda a través de los altavoces para localizar al dueño del perro. Pero debido a lo apremiante de la situación, y que se trataba de una vida por salvar, no dudó en tomar cartas en el asunto.
El preocupado hombre decidió rescatar él mismo al perrito moribundo
Sin embargo, su gesto no fue bien recibido por todos. En lugar de aplaudir su valentía por salvar una vida inocente, le dijeron que ese abuso de un bien ajeno le traería problemas con la ley, que mejor esperara a la Policía.
Afortunadamente, Mark hizo caso omiso de las advertencias, y no le importó tener que enfrentarse a los oficiales después.
Todos quedaron atónitos y alarmados cuando lo vieron lanzar la enorme piedra contra la ventana, no solo una, sino hasta tres veces repetidas.
Cuando finalmente lo logró, tomó de inmediato al peludito letárgico en sus brazos y lo ayudó a enfriarse, sabiendo que esos segundos eran cruciales para que sobreviviera.
Pasaron 50 eternos minutos hasta que el desalmado dueño acudió al lugar de los hechos
Para esto, la Policía ya había llegado para poner todo en orden, y por lo menos, pudo darse cuenta de que el perrito merecía estar en cualquier mano, menos en la de esa horrible familia, así que decidieron quitarles al perro.
Mark explicó que tuvo que lidiar con el dilema sobre «respetar la propiedad privada» o «salvar una vida». Pero cuando vio que pasaban los minutos, actuó sin pensar en las consecuencias.
Para suerte de este gran héroe, los oficiales se mostraron tolerantes y comprensivos, y lo felicitaron por su acto. Sin embargo, instaron a los dueños de perritos a que «por lo que más quieran, piensen bien antes de dejar a un perro en un coche caliente».
Mira la gran valentía de Mark, que no le importó nada con tal de salvar a una criatura en peligro:
Comparte para crear conciencia, los perritos no son objetos. Estamos hartos de tanta negligencia y desamor. Este peludito fue muy afortunado, pero no siempre estos casos terminan así. ¿Habrías hecho lo mismo que Mark?