Existe en el mar un depredador que vive en las frías aguas del Ártico y en el océano del Norte, que es el vertebrado más longevo de la Tierra, y uno de ellos es el más antiguo de todos con 512 años. Un tiburón que tiene más de medio siglo.
Las investigaciones que se han realizado en Groenlandia muestran que los tiburones de la zona viven más de 300 años, y que incluso sólo llegan a la madurez sexual a los 150.
Pero con la longevidad vienen algunos problemas para estas increíbles criaturas.
Estas especies padecen de unos parásitos, similares a los gusanos, que se pegan en sus ojos, y además, estos tiburones también suelen alimentarse de carne de oso polar descompuesta, que comen de los huesos.
Los tiburones de Groenlandia son extremadamente longevos.
Para determinar la edad de estos tiburones, los investigadores han analizado con el método de carbono 14, que se ha utilizado para examinar los cristales que se acumulan en los ojos de los tiburones.
El espécimen más viejo analizado con este método arrojó que tenía cerca de 392 años. Pero este método tiene un cierto margen de error, entonces este tiburón podría tener desde 272 a 512 años.
Los estudios científicos aún son muy pocos.
Sea cual fuera la edad de este animal, es el vertebrado más longevo de la Tierra.
A pesar de su asombrosa vida y su naturaleza alusiva, atrapar accidentalmente a uno de estos tiburones es considerado una casualidad increíble, según consideran los biólogos.
Los tiburones de Groenlandia son unas criaturas bizarras, tienen un cuerpo macizo con unos ojos fantasmagóricos y bocas enormemente abiertas.
Su principal alimento son las focas, a las que cazan gracias a sus poderosas fauces, pero a veces eligen comer carne de oso polar, la que sacan de los huesos en descomposición.
En sus ojos se alojan parásitos que se adhieren fuertemente.
En septiembre, la bióloga marina Julius Nielsen, que lidera el estudio más reciente sobre esta especie, compartió lo que hallaron en el estómago de unos de estos especímenes.
La imagen que posteó en Instagram revela que el tiburón de Groenlandia tenía dentro del estómago restos de oso polar. “Y no, no creo que el tiburón haya atacado a un oso polar”, agrega la científica.
“Es mucho más parecido a un cadáver lo que encontramos en el tiburón. Los restos de oso polar en el estómago tiburón de Groenlandia son extremadamente raros y no se considera importante como una fuente de comida principal de los tiburones que nadan en las aguas de Groenlandia”.
Los científicos también notaron la presencia de los parásitos “colgando” de las córneas de estos tiburones.
Estos son los restos de carne de oso polar encontrados en el estómago de un tiburón.
Dada la increíble longevidad, los expertos sospechan que los tiburones de Groenlandia pueden tener el secreto de cómo extender también la vida humana.
Los científicos de la Universidad Ártica de Noruega recientemente realizaron la secuencia del ADN de este animal, muchos de los cuales viven en las aguas del Océano Atlántico, desde Canadá a Noruega, y no se conoce mucho sobre su biología y genética.
El equipo recolectó el ADN de diminutos recortes de la aleta de los tiburones que fueron capturados por redes y que fueron etiquetados antes de ser liberados.
Usando este ADN, han podido recrear un genoma completo de casi 100 tiburones de Groenlandia, pero siguen buscando los genes que tienen el secreto de su longeva vida.
Aún son pocos los especímenes estudiados y poco se conoce de la especie.
El profesor Kim Praebel, quien lidera el estudio, trabaja con científicos de Dinamarca, Groenlandia, Estados Unidos y China, todos buscan encontrar el secreto de su longevidad, y por qué esta especie vive más que los otros vertebrados.
Si se encuentran estos genes de «larga vida”, podrían arrojar luz sobre por qué todos los vertebrados tienen un lapso de vida limitado, y lo que determina la esperanza de vida de las diferentes especies, incluidos los humanos.
Pero además, también estudian el comportamiento de los tiburones. «Dado que el tiburón de Groenlandia vive durante cientos de años, también tienen tiempo suficiente para migrar a grandes distancias y nuestros resultados genéticos mostraron exactamente eso”, cuenta el profesor Praebel.
«La mayoría de los individuos en nuestro estudio fueron genéticamente similares a los estudiados a miles de kilómetros de distancia”, pero aún no se sabe cómo se reproducen.
Los tejidos, huesos y datos genéticos podrían ayudarnos a medir el impacto del cambio climático en la población, cómo y cuándo los contaminantes de la contaminación química de la industria comenzó a afectar los océanos.
“Esto es muy importante de saber, para que podamos desarrollar acciones apropiadas para conservar esta importante especie”, finaliza el científico.
¿Qué piensas de este tiburón? ¿Podría tener el secreto de la vida eterna?