La historia de la perrita Bella y la elefanta Tara es por mucho, una de las más conmovedoras que hemos visto…
Los elefantes son unos de los animales más inteligentes del mundo, pero su particular encanto no se debe sólo a que son capaces de procesar información casi como lo hacen los humanos, sino que además son muy sociables. Les encanta permanecer en manada y entablar las más curiosas relaciones con animales de otras especies, por más diferentes que sean a la suya.
La perrita y la elefanta crearon uno de los vínculos más emotivos que hacen llorar a millones
En The Elephant Sanctuary, en Tennessee, Estados Unidos, tienen casi 1.000 hectáreas donde estos hermosos animales pueden explorar y vivir en libertad. Pero al mismo tiempo, las hembras enfermas y ancianas reciben un ambiente seguro para vivir sus días, rodeadas de expertos que les prodigan de los cuidados que necesitan.
Todos los elefantes son adorables y se llevan muy bien entre sí, pero una especialmente ha desarrollado una amistad muy particular, cuya historia ha roto el corazón de sus cuidadores.
Se trata de Bella, una perrita, y Tara, una elefanta, que en poco tiempo se volvieron inseparables.
Bella y Tara regalaron los mejores momentos a sus cuidadores mientras paseaban, jugaban, exploraban, comían, bebían e incluso se acurrucaban juntas.
Los elefantes se comunican entre sí a través de diferentes sonidos, para advertir sobre posibles peligros, pero también para llamar a sus bebés.
Pero un día la pobre perrita se lesionó la espalda y quedó imposibilitada de caminar, por lo que tuvieron que mantenerla durante tres semanas en el interior de un centro de tratamiento especial, dentro del mismo santuario.
La noticia desestabilizó totalmente a la elefanta Tara, era su fiel compañera de aventuras y de repente se había quedado sola sin tener con quién jugar ni con quién echarse a hacer la siesta.
Tara estaba sumida en la tristeza y se negó a abandonar a su amiga. Durante todo ese tiempo, en lugar de deambular por su hábitat de 1.000 hectáreas, Tara se quedó fuera del centro de tratamiento esperando que Bella saliera y jugara nuevamente.
Después de estar en el mismo lugar día tras día, semana tras semana, la elefanta de 35 años finalmente se reunió con su mejor amiga Bella.
El reencuentro de este par de amigas conmovió hasta las lágrimas al personal:
Tara no sabía qué más hacer para demostrarle a su amiga Bella cuánto la había echado de menos.
Pero de pronto esta bella historia de amistad verdadera se ensombreció para siempre. Un coyote atacó a la perrita Bella y tristemente no pudo sobrevivir. El personal encontró su cuerpo, pero raramente no existían rastros de sangre, cabello o pelea cerca. Y Tara, por su parte, tenía sangre en su cuerpo, por lo que inmediatamente sospecharon que fue su amiga quien la encontró herida y la trasladó a otro lugar en un intento de salvarla.
“La idea de que ella no pudo dejar ese cuerpo y traerlo de vuelta a casa es simplemente desgarradora, pero muy inspiradora”, dijo Rob Atkinson, CEO del santuario
Pero han tenido que presenciar cómo la vida de Tara se ha ido apagando.
“Ciertamente, todo su comportamiento cambió. Se volvió más reservada, más tranquila, estaba deprimida”.
“No podemos curar su dolor. Lo único que puede ayudarla son otros amigos elefantes. Son una gran familia y se esfuerzan al máximo para ayudarse mutuamente durante la tormenta», ha dicho un cuidador.
Lo más desgarrador incluso ha sido ver a la elefanta Tara de pie frente a la tumba y rindiendo tributo a su amiga perruna fallecida.
Esta historia que nos da infinitas lecciones de los profundos sentimientos que pueden caber en el corazón de estos hermosos animales. Esperemos que la pobre Tara pueda encontrar consuelo para llevar el dolor de la pérdida de su amiga. ¡Vuela alto, Bella!