Son muchos los perritos que viven en condiciones deplorables aún y cuando tienen una persona a su lado. Desafortunadamente, existen seres desalmados que no les importa todo el dolor que puede sentir un perrito ante la ausencia de agua y comida, y lo que es peor, tratos injustos que les pueden ocasionar la muerte.
Marco es uno de esos perritos que por años estuvo viviendo una verdadera pesadilla. Por suerte, un amante de los animales supo de su situación y movió a todo su equipo para rescatarlo.
La principal vía de trasmisión de este parásito es a través de la picadura de un mosquito llamado flebótomos.
Viktor Larkhill junto a su equipo de rescatistas y veterinarios enfrentaron una gran batalla para salvar a Marco, quien sufría una terrible enfermedad parasitaria llamada leishmaniasis.
Esto es causado por un diminuto parásito que afecta la piel y las membranas mucosas. Puede ser grave e incluso mortal si no se detecta y trata a tiempo.
La picadura causa algunas llagas o úlceras que tardan en sanar.
La enfermedad en Marco estaba bastante avanzada, gran parte de su cara estaba cubierta por grandes llagas. Sus ojos estaban infectados, parte de su oreja izquierda había sido carcomida por el parásito, su hocico y otras partes de su cuerpo estaban cubiertos por costras dolorosas.
Marco estaba muy débil, le resultaba imposible moverse por sí solo, parecía que había perdido la esperanza, sus ojos estaban llenos de tristeza.
Afecta principalmente la cara y las orejas.
Ahora estaba en las manos correctas, le esperaba un largo y doloroso tratamiento. Los veterinarios analizaron cada una de sus lesiones y determinaron la mejor cura para el perrito.
Le llevaría meses sanar por completo, debido a su compleja condición no estaban completamente seguros que lo lograría. Pero debían intentarlo, Marco merecía lo mejor y sus nuevos amigos humanos estaban dispuestos a mejorar su vida.
Algunos perritos presentan alopecia y piel reseca.
Al perrito le tuvieron que extraer gran cantidad de piel muerta y remover con profundidad algunas áreas que el parásito estaba invadiendo, para realizar el tratamiento adecuado lo sedaron en varias ocasiones, era demasiado doloroso para que Marco estuviera despierto.
Afortunadamente, al despertar de cada anestesia veía a un grupo maravilloso de personas que se habían convertido en sus nuevos héroes.
Su increíble transformación es un ejemplo de que con amor y en las manos correctas todo es posible.
Las primeras dos semanas de tratamiento fueron las más delicadas para Marco, pero él estaba dispuesto a seguir dando lo mejor.
Pasado este tiempo las cosas comenzaron a cambiar aún más a su favor. Las grandes costras comenzaron a desaparecer y sus heridas estaban cicatrizando.
No solo su cuerpo sanó, también mejoró su esencia. Cuanto mejor se sentía más feliz se volvía.
La vida de Marco cambió por completo, logró encontrar un hogar y ser el miembro favorito de una familia que lo ama incondicionalmente.
Hoy gracias a todas las personas que participaron en su rescate es un perrito completamente sano y juguetón que agradece con dulces movimientos de cola su segunda oportunidad en la vida.
Un perrito sano es un perrito feliz. Sigamos luchando por más causas justas y anímate a cambiarle la vida algún peludito. ¡Comparte!