Ninguna mascota debería ser alejada de la nada de la familia que ha cuidado de ella durante toda su vida. Sin embargo, siempre se deben tener todos los permisos necesarios que aseguren su bienestar, para evitar tristes separaciones como la que vivió una familia brasileña a la que le fue arrebatada su ave.
Lourinha es una lora amazona aestiva que ha pasado toda su vida, desde el años 1996, con sus padres humanos, la pareja compuesta por José Juliano y Erly Gonzaga dos Santos Juliano. Pero desafortunadamente, el ave fue aprehendida por la Policía Ambiental Militar a principios de agosto de este año.
Erly tuvo que enfrentar una batalla legal para poder recuperar a su querida ave, debido a que la Policía Ambiental Militar constató que el animal no estaba registrado y se encontraba en situación irregular en cautiverio. Por ello, la mujer fue multada y la lora detenida.
Ante la situación, la tristeza de Erly fue tan grande que ella y su familia decidieron que tenían que hacer algo para intentar revertir lo sucedido. Buscaron un abogado, acudieron a los tribunales y el Poder Judicial otorgó una orden inicial determinando que Lourinha debía regresar a casa.
La familia pagó una sanción de casi 100 dólares
En la casa de Erly, antes del regreso de Lourinha, la expectativa era grande dado que más que una mascota, es un miembro de la familia al que todos cuidan y quieren.
«Aquí la tratan como un miembro de la familia, como una hija. Vive suelta, pero no vuela. Siempre le damos frutos, semillas, cosas naturales. Me quedé sin mi Lourinha», dijo Erly.
Fue así como, después de días difíciles, Erly y su esposo se trasladaron a la región de Marília para reunirse con Lourinha y poder llevarla a casa consigo. La tristeza que existía cuando se llevaron a Lourinha ya no persiste en la casa de la familia, con la loro de vuelta, ahora todo es alegría.
«Cuando llegamos allí, había varios loros. Comenzamos a llamarla como lo hacemos en casa. En el momento en que lo escuchó, reconoció nuestra voz y respondió. Fue realmente emocionante. Llegamos a casa y le di de comer. Ella adelgazó, pero estará muy bien cuidada, como siempre”, afirma la humana de esta ave.
No obstante, aún con la lora en casa, nada es seguro. El proceso sigue en curso en el Poder Judicial y solo con una decisión final de parte del juez la familia estará segura de que no volverán a perderla. Confiamos en que todo se resuelva a favor de este hermoso ser vivo.
Para evitar situaciones como esta, lo mejor es cumplir siempre con todas las normativas de bienestar animal y nunca adquirir especies con personas que pudieron haberlas arrebatado de su hogar.
Ante todo, lo más importante es la salud y bienestar de todo ser vivo, sobre todo cuando no pueden comunicarse ni defenderse por sí mismos.
No te vayas sin compartir esta insólita historia con todos tus amigos y cuida de todos los animales.