La imprudencia de muchos conductores ocasiona que miles de perritos y otros animales mueran anualmente en las carreteras de todo el mundo. Para algunos chóferes la vida de estas criaturas vale muy poco y hay quienes ni siquiera se detienen cuando los atropellan, sin embargo no todos son así. Todavía hay quien decide ayudar aunque no sea responsable del terrible acto
Esta perrita es testigo de la buena voluntad que aún queda en algunos.
En Grecia, unos rescatistas se sintieron desesperanzados cuando llegaron a auxiliar a una perrita que había sido atropellada en plena autopista. El conductor del vehículo que la impactó se dio a la fuga y no se detuvo a ayudarla pero un buen samaritano decidió intervenir.
La criaturita se quejaba del dolor.
Un hombre que fue testigo del hecho llamó a la organización Takis Shelter para que pudieran socorrerla y voluntarios acudieron de inmediato. Al llegar, notaron la profundidad de sus lesiones y la dificultad que presentaba para respirar, así que la trasladaron hasta el veterinario de emergencia.
La perrita tenía una lesión abierta en una de sus patas delanteras.
El grupo de socorristas tomó al can entre una sábana para trasladarla hasta el veterinario. Ellos harían todo lo posible por salvarla pero las posibilidades para la peluda eran escasas, según les informó el veterinario al realizarle una primera evaluación.
La primera noche de Inez, como decidieron bautizarla, era decisiva para su vida.
La perrita estaba librando una batalla entre la vida y la muerte
Milagrosamente, esta criatura demostró tener muchas ganas por continuar en este mundo y a la mañana siguiente del accidente despertó hambrienta y con muchas energías. En ese momento los voluntarios de Takis Shelter supieron que estaban ante toda una guerrera.
Inez estaba fuera de peligro pero debía atravesar por una larga operación, debido al impacto su columna se vio comprometida y no podía caminar. Tras una cirugía, Inez comenzó sus rondas de terapias para recuperar su movilidad.
Estos amorosos voluntarios velaron por su recuperación.
La perrita comenzó a dar pequeños pasos con un cinturón improvisado, del cual su terapista sostenía para que ella no se fuese a lastimar.
Después de algunos meses, el milagro por fin ocurrió y la víctima del arrollamiento dejó atrás el terrible accidente.
Inez ha vuelto a caminar pero aún se encuentra en el refugio de Takis Shelter, ubicado en la isla de Creta, a la espera de una familia noble que quiera brindarle el amor y cuidado que ella necesita. Mientras esto ocurre, sus rescatistas disfrutan felices de su presencia pues la peluda resultó ser todo una cajita de ternura y monerías.
Ayudemos a Inez a dejar su pasado completamente atrás y que pronto encuentre una familia ideal, comparte su historia y haz posible que alguien la adopte.