Cuando llevamos a nuestras mascotas a la peluquería depositamos nuestra confianza en el personal que los atiende, y asumimos que tienen el compromiso de velar por su salud y bienestar.
Pero lamentablemente, en algunos casos se registran actos de negligencia de parte de los encargados de los establecimientos en los que atienden a los animales.
Así le ocurrió a Viviane Celestino de Souza Costa, una mujer que vive en Quatá, Sao Paulo, Brasil, que llevó a su perro a la peluquería canina y ahora pide justicia porque regresó con su lengua cortada.
“Siempre fue un perro feliz. Hoy mi perro está lloroso de dolor, tiene miedo y no ha comido ni bebido hasta ahora”, relató ella.
Los veterinarios y peluqueros caninos tienen en sus manos la vida de los perritos, y cuando cometen un error o acto de negligencia pueden causarles daños irreversibles.
Viviane decidió llevar a Scott, su perrito poodle, a una clínica veterinaria local para que le cortaran el pelo, nunca imaginó que terminaría sufriendo una pesadilla.
Todo comenzó cuando recibió una llamada de la clínica en la que le advirtieron que había ocurrido un pequeño accidente con su perro de apenas un año. De inmediato se trasladó al lugar y cuando llegó no podía creer que a Scott le faltaba un pedazo de lengua.
“Scott seguía llorando y yo quería ir allí y romper todo”, contó Viviane en una entrevista que ofreció para un medio de comunicación local.
Asimismo, explicó que por el acto de maltrato que sufrió su perro no puede conciliar el sueño ni comer por el dolor que siente en su lengua.
Viviane no puede comprender que después del incidente, en la clínica no hayan sido capaces de ofrecerle a su perro ningún tipo de atención médica ni medicamentos, ni una receta después de que le cortaron parte de su lengua.
Ella pagó los 12 dólares que costó el servicio de peluquería y ni siquiera le dieron la oportunidad de hablar con la persona encargada.
Así que se marchó molesta e indignada, se trasladó a la policía para denunciar el hecho y compartió su amarga experiencia.
“Mi Scott, mi chico, mi hijo de cuatro patas, quiero justicia”, dijo Viviane.
De acuerdo con la información de la policía civil de Quatá, se abrió una investigación para esclarecer el caso y responsabilizar a los que cometieron el presunto acto de maltrato si fuera necesario.
Después de que el caso de Scott fuera difundido en las redes no ha tardado en hacerse viral. Miles de personas le han ofrecido su apoyo a Viviane, actualmente, la policía investiga las amenazas que ha recibido la propietaria de la clínica veterinaria después de este incidente.
La encargada de la clínica declaró a un medio local que el accidente ocurrió cuando arreglaba el pelo del perro en su rostro y este mordió las tijeras.
Según la dueña del establecimiento, de quien no se ha revelado su identidad, nunca había sucedido algo similar.
Aunque el perro se haya movido bruscamente, ellos debieron tener mecanismos para prevenir accidentes como ese como los profesionales que son. Además, no dieron la cara ni le ofrecieron un tratamiento para contribuir con su recuperación asegurándose de asumir su responsabilidad.
Tampoco tuvieron la decencia de disculparse con Viviane ni de comprobar los daños de Scott y hacerle seguimiento.
Todos los amantes de los animales expresan su indignación por este acto de maltrato, comparte la noticia y alza tu voz para pedir justicia.