En esta vida ni el destino ni las personas son siempre tan justos como todos quisiéramos, pero al final del día siempre existe una nueva esperanza que llega para sanar cualquier pasado doloroso.
En el caso de un perrito llamado Riggs, una nueva familia se ha convertido no sólo en esperanza sino en amor y verdadera prueba de que los ángeles también existen.
Tras ser abandonado por su enfermedad, este peludo tiene un nuevo hogar.
Riggs –como le han bautizado recientemente- vive en la ciudad de Kosciusko, en Indiana (Estados Unidos).
El can vagaba por las calles como muchos otros animalitos sin hogar pero lo más triste de su caso es que sus dueños lo habían abandonado en el momento en que el can más los necesitaba.
El peludo sufría una grave enfermedad.
Belvas –como solían llamarlo- fue dejado de lado después de contagiarse de pavovirosis canina, una enfermedad viral altamente contagiosa y peligrosa que ponían su vida en peligro.
Debido a su enfermedad, unos vecinos se conmovieron y decidieron reportar al can ante la Kosciusko Animal Welfare League, con el fin de que el peludo fuese rescatado.
El pobre animal sufría de constantes vómitos, diarrea y debilitamiento.
Gracias a ese reporta el can fue sacado de las calles y la fundación halló a una familia que se interesó en él. Estas personas estaban dispuestas a sacar al can adelante y ayudarlo no sólo recuperar su salud física, sino emocional.
“Ellos le cambiaron el nombre de Belvas a Riggs“, comentó Kalie Dirck, miembro de la Kosciusko Animal Welfare League.
La enfermedad de Riggs es altamente mortal y el pobre no sólo necesitaba atención, sino un tratamiento que ameritaba una importante inversión económica. Gracias a los seguidores de la organización que se conmovieron con la situación, el peludo obtuvo su tratamiento.
“Si el parvo no se trata, tiene una tasa de mortalidad del 91%, por lo que recaudar todo ese dinero para sus facturas médicas fue vital. Pero sí se pudp, no podemos agradecerles lo suficiente a ustedes y a la comunidad, por ayudarlo”, detalló Dirck.
Tras dos meses de ser adoptado y de haber dejado su vida en el pasado, Riggs muestras señales de mejoría.
“Lo está haciendo muy bien. Le envié [a la familia] un vídeo de él jugando al tira y afloja con su hermano. Uno hubiera pensado que no iba a hacerlo, pero está sobresaliendo y está tan feliz como puede ser”, dijo Dirck.
El peludito aún necesita más tiempo para terminar de mejorarse pero a su alrededor tiene a muchas personas que están dispuestas, esa es la mejor parte. La actitud de la familia que adoptó a Riggs deja al descubierto su buen corazón y, mientras unos lo rechazaron, ellos estuvieron dispuestos a apoyarlo.
Abandonar a una criatura enferma es un acto malévolo pero en esta ocasión los buenos fueron más. Comparte la historia de este perrito y felicita a su nueva familia.