Cuando se percataron de la existencia de este animal, casi podían creer que se trataba de un perro. Deambulaba por las calles, sediento, sucio y cansado. Siempre rondaba la misma casa y era difícil de atrapar.
Los lugareños que lo conocieron, comenzaron a preocuparse seriamente por su salud. Empezaron a notar que a menudo tosía y cojeaba un poco.
Era difícil identificar a este animal como un perro, pero los vecinos sabían de su existencia
Su cojera se debía principalmente a la gran maraña de pelos que lo cubría. Su crecimiento excesivo ocasionó nudos que tiraban de su piel
Algunos intentaron ayudarlo pero él huía de ellos. El animalito era sorprendentemente rápido para tratarse de un perro enfermo.
Una mujer tuvo un poco más de suerte. Pudo acercarse lo suficiente como para notar que la mascota tenía un collar. Se llamaba Earllook, llamémoslo Earl.
La amable mujer le dejaba algo de comida a Earl cada vez que iba a visitarlo. Cuando se le preguntó por el perrito, ella explicó que Earl tuvo una familia una vez.
Este video nos narra la forma en la que Earl fue rescatado
Una noche, en completa oscuridad, la familia fue vista saliendo de su casa a toda prisa. Fue muy extraño. Por desgracia, Earl se quedó atrás.
Al igual que ocurre con muchos otros perros, los instintos de Earl le dijeron que su familia regresaría. Corría de regreso a la casa abandonada todos los días y los esperaba. Nunca volvieron.
Era evidente que todo el tiempo en las calles, le había pasado factura al pobre Earl
Era hora de que intervinieran los profesionales. ¡Este perro merecía una vida mejor que esta! Earl no fue fácil de atrapar, pero los rescatistas no se dieron por vencidos. Tuvieron que usar una red pero lo atraparon.
¡Earl finalmente estaba en buenas manos! El veterinario notó su tos de inmediato. Earl fue sometido a algunas radiografías y se hizo análisis de sangre. Los resultados no fueron buenos.
Se estimaba que el pobre Earl tenía al menos 10 años. Estaba enfermo debido a los gusanos del corazón.
La vida en la calle sin una dieta adecuada o atención médica le costó caro. Su pronóstico no fue bueno.
Los diagnósticos para este perrito no fueron alentadores
El veterinario sintió que el tratamiento no sería exitoso, por lo que era mejor mantenerlo feliz y cómodo. La mujer que lo alimentó durante años decidió acogerlo.
Ella decidió brindarle los cuidados necesario, asegurándose de que Earl, sin importar el tiempo de vida que le quedase, tuviera la felicidad de sentirse protegido y amado luego de años de abandono.
Sin embargo, nunca es tarde cuando hay suficiente amor y voluntad
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