El sacrificio es una posibilidad médica permitida para terminar con el sufrimiento de alguna criatura que sufre dolores imposibles de tratar causados por alguna enfermedad o por la vejez. Pero, aunque sea legalmente permitido, hay personas que se resisten a que sus mascotas de años terminen su vida de esta manera tan triste y luchan por sacarlos adelante hasta el último minuto.
Tal fue el sentimiento de Elaine Brechin, quien salvó la vida de su perro.
Su mascota es Ernie, un salchicha de 9 años con una enfermedad en su columna que le hizo perder la movilidad de sus patas traseras.
Hace más de 4 años que el perro fue diagnosticado con la extraña condición y los veterinarios advirtieron a Elaine lo doloroso que esto sería para la mascota y toda la familia.
El camino no fue fácil pero supo sortearlo.
De hecho, en el momento en que Ernie fue diagnosticado vivía con otras personas. El perro formaba parte de otra familia que no creía soportar el desafío de vivir con un perro discapacitado, pero tampoco querían sacrificarlo.
Fue en ese momento en que el salchicha llegó al cuidado de Elaine, ella recurrió a varios especialistas pero todos parecían estar de acuerdo en que sacrificarlo era la mejor opción. Algo a lo que ella se negó vehementemente.
Elaine decidió darle una oportunidad a este chico.
La mujer estaba dispuesta a todo y decidió luchar por salvarlo a toda costa, aunque esto también implicara varios sacrificios de su parte.
“Ernie es un súper perro. Cuando vino a mí por primera vez, no podía pararse, y mucho menos caminar. Estaba muy mal. Tres veterinarios diferentes nos dijeron que su calidad de vida no sería buena y nos aconsejaron que consideráramos la eutanasia, pero nunca iba a renunciar a él”, dijo.
Elaine tiene 63 años y sabe lo que significa acercarse a la vejez, así que ella no lo dejaría solo.
Ernie pasó por 18 meses de terapia y esto se tradujo en gastos de más de 5.500 dólares que la mujer debió cubrir, pero que valieron la pena. Esto sirvió para reactivar los nervios del perro y sus articulaciones, además de fortalecer sus extremidades.
Su rescatista no lo ha dejado solo ni un momento.
Ernie pasó por fisioterapia, hidroterapia, terapia láser y un tratamiento electromagnético para recuperar un poco de su movilidad. Además, utiliza una silla de ruedas especial para ayudarlo a moverse, pero todo valió la pena para él y su nueva cuidadora.
“Le tomó 18 meses empezar a caminar. Simplemente se puso de pie, dio dos pasos muy tambaleantes y ha progresado desde allí. Es un perro completamente diferente de cuando lo tuve”, dijo Elaine Brechin.
La historia de esta mujer y su adorada mascota deja claro que el amor y el apoyo de la familia son esenciales para superar los más duros obstáculos. Elaine apostó por la vida de un perrito prácticamente desconocido al que varios veterinarios sugirieron sacrificar y gracias a eso, ahora Ernie tiene mucho camino por delante.
Gracias a las personas movidas por el amor y no por los prejuicios o el miedo, hay finales tan felices como el de este adorable perrito. Comparte tan emotivo rescate.