El labio leporino es una condición que afecta actualmente al 15% de la población de los seres humanos alrededor de todo el mundo. Es también conocido como labio fisurado, y no es más que la separación del labio superior.
Este tipo de defecto congénito también afecta a animales de cualquier especie, pero muy en particular a nuestros amigos caninos, y resulta muy llamativo cuando encontramos casos como estos.
Lamentablemente, algunas personas tienden a abandonar a estos animales; sin embargo, otras los acogen en su hogar de manera permanente haciendo de la vida de su mascota una encantadora historia al estilo de Walt Disney.
Sophie es una perrita con labio leporino que fue abandonada cuando tenía cinco años. Sus antiguos dueños tomaron esa decisión porque se les hacía incómodo ver su deformación.
Pero su vida cambió para siempre cuando llegó a Humane Society of West Michigan, donde fue entrenada como perro de terapia en hospitales para ayudar a los niños que serían sometidos a cirugías de labio leporino.
Sophie se ha convertido en toda una celebridad en el hospital, los niños al ver que ella tiene el mismo defecto en su labio superior, se sienten aceptados por su círculo social.
La presencia de Sophie ha sido importante para enseñarles a los niños que esa deformación no les impide interactuar con otros niños e inclusive con esta cariñosa mascota…
¡Sophie les ha devuelto la sonrisa a muchos niños!
Tras su abandono, la probabilidad de que fuera adoptada era casi nula. Sin embargo, Sophie finalmente tuvo el mejor cumpleaños después de que la Cleft Lip and Palate Foundation of Smiles la hiciera parte de su equipo.
Alicia Simatos, madre de Michael, un niño de 4 años con labio leporino, y voluntaria en la fundación, vio a Sophie en Facebook e inmediatamente supo que la quería adoptar.
Cuando Michael conoció a Sophie, no hubo ninguna duda que formaría parte de la familia para siempre. Ella no era la primera perrita con labio leporino que vivía en la casa, Sophie se unió a su nueva hermana, Maggie, un bulldog.
Sophie les da a esos niños que se sienten rechazados lo que más ella sabe hacer, les regala mucho amor y ellos se lo agradecen con la mejor de las sonrisas.
Sus visitas al hospital se han convertido en verdaderas fiestas. Semana a semana empleados, visitantes y pacientes esperan la visita de Sophie. Para los niños, su presencia es toda una alegre celebración y para los familiares un respiro al corazón.
Esta historia nos demuestra que, aunque los perritos tengan una condición especial, pueden llegar a ser las mejores mascotas. Comparte con tus amigos y familiares la maravillosa sonrisa de Sophie.