Pese a todos los esfuerzos de organismos internacionales para llevar la paz a todas los rincones de nuestro planeta, todavía existen enfrentamientos bélicos que arrasan con todo a su alrededor; incluyendo la vida de personas inocentes, niños y animales.
Cientos de tropas siguen siendo trasladadas al campo de batalla y, en medio de la destrucción, los soldados tratan de salvar la vida de los seres más vulnerables. Tal como sucedió a finales de febrero de 2018 con Sean Laidlaw, un soldado de 30 años de edad que
se especializa en desactivar bombas, que se encontraba de servicio en Siria y escuchó entre los escombros de lo que fue una escuela, unos leves gemidos.
De inmediato, el hombre se lanzó hacia el lugar de donde provenía el llanto y se encontró con una pequeña perrita pastor de Asia Central a punto de perder la vida, rodeada de cuatro cachorritos más que ya habían perdido la vida. Al principio, el indefenso animal se rehusó a aceptar la ayuda del soldado, pero éste la persuadió llevándole comida, agua y protegiéndola de los explosivos que aún se encontraban en el área.
Desde ese entonces Sean y la perrita, a la que llamó Barrie, se hicieron inseparables por lo que también tuvo que fabricarle su propio chaleco blindado para evitar que resultara herido y un pequeño osito con restos de pantalones militares para que pudiera jugar. El noble hombre continuó sus labores durante tres meses más y fue entonces que tuvo que separarse de ella para volver a su casa en Hornchurch, Essex.
This dog travelled through five countries, two war zones, 3,000 miles and a 12-hour drive to be with the man that saved him from war-torn Syria ❤️️
Publicada por Arabella's Kennel Klub Together en Viernes, 9 de noviembre de 2018
Para lograr trasladar a la perrita hasta el Reino Unido, el hombre contactó con War Paws, una asociación benéfica con sede en Irak y que se dedica a rescatar a los perritos que han quedado atrapados en zonas de guerra. Después de casi 6 meses de larga espera y de hacer una campaña en Gofoundme en la que recaudó más de 5000 dólares, los dos mejores amigos pudieron reunirse nuevamente el 3 de noviembre en el aeropuerto Charles de Gaulle en París, Francia.
“Ir a París fue emocionante y también un poco estresante. Salí de casa a las 6 a.m y me apresuré a llegar. Encontrarla en el aeropuerto, verla personalmente, fue uno de los mejores momentos de mi vida. Nunca fui tan feliz”, mencionó Laidlaw.
La amistad incondicional entre la perrita y el hombre es sencillamente digna de admirar. En menos de un año pasaron por dos zonas de guerra, recorrieron casi 5.000 kilómetros y condujeron durante más de 12 horas hasta por fin estar en casa, juntos para siempre.
“Rescaté a Barrie, pero en realidad ella me salvó a mí. Trabajando en la zona de guerra, volvía al campamento y me sentaba en mi habitación. Tenía un compañero para jugar y entrenar, alejaba mi mente de todas las cosas que veía y hacía. Me dio un poco de normalidad, me mantuvo cuerdo. Un perro siempre te hace feliz”, mencionó el hombre.
Actualmente, la hermosa perrita que el soldado rescató ya ha crecido y, aunque luce completamente diferente, su amistad es más fuerte que nunca. Ellos están recuperando todo el tiempo perdido y olvidándose de los dolorosos recuerdos de la guerra.
¡Comparte esta emotiva historia con todos tus amigos y recuerda que los mejores amigos llegan cuando menos lo esperas!