El encierro es una situación penosa y desquiciante para cualquiera, de hecho, es el mecanismo utilizado por la sociedad para castigar a quienes han cometido un delito grave.
Pero hay otros seres a los que se les arranca la libertad desde el momento mismo de su nacimiento, como es el caso de un perrito que ha vivido toda su vida recluido entre las cuatro paredes de un garaje.
Dick, un perro de aguas bretón que tras 9 años, logró salir del lugar donde estaba retenido.
Dick fue rescatado por la Fundación 30 Millions d’Amis después de una aterradora denuncia que alertaba la pesadilla que vivía la criatura.
El perro nació en el garaje de una propiedad en Maizicourt, Francia, y se mantuvo encerrado allí durante más de 9 años hasta que fue rescatado.
En este espacio sucio y aterrador le mantenían atado.
Flore, investigadora de la Fundación 30 Millions d’Amis, recuerda con mucha pena el día en que conoció a este peludo.
«Hacía un calor sofocante en este garaje y el olor era insoportable. Dick estaba acurrucado en el fondo de ese pozo negro en el suelo cubierto de capas de excrementos.
Cuando llegamos con un balde de agua, dudó en acercarse, pero estaba tan aterrorizado que volvió a la cama en la parte trasera de su escondite”, relató la rescatista.
Para el can que no conocía nada más que la miseria de este triste lugar, todo el mundo exterior era causa de un inmenso terror.
“Intentamos ponerle una correa, pero se negó a seguir adelante. Lo llevamos al auto donde se acurrucó en el asiento. Apenas se atrevía a mirarnos y temblaba tanto”, relató Flore sobre el día del rescate.
Aunque el proceso de adaptación fue lento, el peludito pudo ser rescatado y poco a poco aprendió a confiar en sus cuidadores.
La fundación se encargó no solamente del rescate del can, sino de proceder legalmente contra su dueño presentando una denuncia formal ante la gendarmería de Domart en Ponthieu.
El hombre merecía pagar por sus abusos.
El propietario decidió transferir los cuidados de Dick a la fundación, quienes llevaron al peludo al refugio Buigny Saint Maclou. En el lugar, la historia del perro conmovió a todos los cuidadores.
“Dick no conocía el color del cielo, nunca había sentido la hierba bajo sus patas, ni siquiera el viento en la punta del hocico. Todavía está muy perturbado. Tiene un miedo terrible a los seres humanos. Tan pronto como te acercas, se paraliza y tiembla”, explicó en su momento Lydie, desde el refugio de Buigny.
Dick fue rescatado en mayo del 2017 y estuvo bajo un lento proceso de adaptación. Tristemente su corazoncito dejó de latir en el 2020, pero al menos en sus últimos años conoció lo que era el verdadero amor.
Toda su vida la había pasado en ese encierro y de no ser por la intervención de la fundación sus ojitos nunca hubiesen conocido el sol.
Como Dick millones de perros tienen una vida tormentosa, tu denuncia puede salvarlos. Comparte esta historia y ayuda a concientizar a la población. ¡Ni un maltrato más!