Una triste historia que comenzó en un enorme incendio forestal en Colorado, podría tener un final feliz. Nuestra protagonista es una osita de unos pocos meses de edad, que presenta graves quemaduras en sus patas.
La sequía veraniega pone en peligro a cientos de animales que habitan los bosques de la zona central de Estados Unidos, como la osita que fue rescatada en los alrededores de Durango.
Unos guardias forestales estuvieron observando a la osezna por un par de días, en espera de que su madre apareciera, pero por desgracia esto nunca sucedió. Fue entonces cuando tomaron la resolución de salvarla, llevándola al centro especializado de Frisco Creek.
Los veterinarios esperaron lo peor al ver el estado de la osita, a la que pusieron por nombre Smokey, pero tras evaluarla y ver que había podido sobrevivir por sí sola durante un par de días, tuvieron esperanzas.
Inmediatamente comenzaron a curar sus patas, sumamente lastimadas, y hasta la fecha, la pequeña paciente responde muy bien al tratamiento. Si los cuidados funcionan, podría ser liberada en su hábitat natural durante el invierno.
¿Qué sucedió con la madre?
Por desgracia, no hay rastros de ella. Es normal que en casos de peligro, las madres refugien a sus crías, para luego volver a rescatarlas. En esta oportunidad no se sabe si la ausencia de la madre se debe a su muerte a causa del incendio, o si quedó aislada por las llamas.
En Frisco Creek están alimentando a la pequeña Smokey con una leche parecida a la de las cerdas y algo de comida sólida. Los vendajes en sus patas chamuscadas se llevarán a cabo por un mes.
Más cachorros por atender
Una vez que Smokey se encuentre mejor y haya recuperado un buen peso, será puesta con otros cuatro ositos que se encuentran recibiendo cuidados en Frisco Creek. Se estima que crezcan y se alimenten bien por lo que resta del verano y otoño, cuando podrían estar listos para hibernar en libertad.
¡Cuidado con el contacto humano!
Uno de los inconvenientes de tratar a osos cachorros, es que se acostumbran muy pronto a la compañía de los humanos y no quieren volver a su vida salvaje. En Frisco Creek tratan de que sus pacientes reciban el menor contacto posible con las personas, por lo que los atienden dormidos la mayoría de las veces.
Quién sabe cuántos animales más murieron o se encuentran lesionados a causa de las llamas en Colorado, pero al menos Smokey, que demostró ser una superviviente, tiene todas las condiciones para regresar al bosque saludable, ¡y en muy buena compañía!
¡Comparte la historia de esta valiente osita, que logró sobrevivir a las llamas a pesar de perder a su madre!