Ron Thomson es un guardabosques retirado de 80 años, recientemente realizó una confesión en su página web alegando que acabó con la vida de miles de animales salvajes teniendo como principal argumento que no lo hacía por sed de sangre sino con la intención de ayudar a otros animales a sobrevivir.
Una confesión que causó indignación en todo el mundo.
Thomson es un guardabosque zimbabuense que afirma que desde 1956 mató más de 5000 elefantes, 50 hipopótamos, 800 búfalos, 60 leones, 40 leopardos y muchas otras especies, no solo en su país sino en todo el continente. El hombre señala en una entrevista realizada a The Independent lo siguiente:
«He hecho lo suficiente en mi vida para satisfacer cualquier ´sed de sangre´ que la gente puede pensar que tengo. No era sed de sangre era mi trabajo y lo volvería hacer 10.000 veces”.
Cuando tan solo tenía 20 años de edad, Ron Thomson se unió al Departamento de Parques Nacionales y Gestión de Vida Silvestre de Rhodesia, hoy conocido con el nombre de Zimbabue, como guardabosques. Con el transcurrir de los años fue ascendiendo de rango y se convirtió en el Guardián Provincial del Parque Nacional Hwange.
Este parque es considerado una de las reservas más grandes de África.
En sus declaraciones el cazador asegura que sin sus esfuerzos de caza varias especies estarían fuera de control. Para él si una población está sana se debe asegurar que no aumente más allá de la capacidad de su hábitat.
Un discurso poco racional para todos los activistas.
Insiste en contradecir lo que llama creencia popular al decir que el elefante africano está en peligro de extinción. Una investigación realizada por Campaign to Ban Trophy Hunting (CBTH) argumenta que el número de elefantes se redujo significativamente desde la década de los 80, de 1.3 millones a 400.000.
Muchas de las organizaciones mundiales fomentan la prohibición de la cacería.
Recientemente se realizó un censo de elefantes africanos que reveló 352.271 elefantes en 18 países africanos, 30% menos que hace siete años. Eduardo Goncalves es fundador de Campaign to Ban Trophy Hunting, señala que matar elefantes por diversión es inaceptable.
Considera que la caza de trofeos es aborrecible desde la época colonial.
Goncalves destaca que la caza de elefantes está fuera de control llevando esta especie al borde de la extinción. La CBTH asegura que hasta el 2017 1.7 millones de trofeos se comercializaron legalmente, data que incluye más de 200.000 especies amenazadas.
El equilibrio entre la naturaleza y su especie era perfecto hasta que intervino el hombre.
Los grupos silvestres alrededor del mundo han salido alzar su voz en nombre de estos animalitos, continúan haciendo llamados para prohibir la caza furtiva y hacer valer de la vida no solo de los elefantes sino de todos animales salvajes que habitan en nuestro planeta.
Este tipo de conducta no tiene justificación alguna. Ya es hora de ponerle un alto a los malos tratos hacia los animales y exigir justicia por todos los animalitos caídos. Recuerda que ellos no tienen voz pero cuentan con nosotros. Comparte la nota y haz la diferencia.