Gus es un hermoso peludito que se robó el corazón de todos los que le conocieron. Algunos creían que era un caso perdido pero los rescastistas de S.N.A.R.R Animal Rescue Northeast estaban decididos a luchar por él.
El peludito vivía en las calles y había desarrollado un extraño tumor cerca de su ojo. Cuando lo llevaron al veterinario comprobaron que su estado de salud era mucho más alarmante de lo que sospechaban.
El tumor resultó cancerígeno y debía ser eliminado lo más rápido posible. Por desgracia, Gus también tenía una condición conocida como gusano del corazón.
Se encontraba tan débil que era muy poco probable que sobreviviese una cirugía.
Sin embargo, decidieron darle tratamiento y procuraron devolverte tantas fuerzas como fuese posible para que el lindo Gus contase con una oportunidad para luchar por su vida.
Después de un par de meses, recibió una cirugía y los rescatistas pensaron que era el momento indicado para buscarle un hogar.
Seguía sufriendo de gusano en el corazón y era muy poco probable que realmente lograra curarse del todo, pero merecía conocer el amor de una familia.
El valiente perrito viajó desde Nueva York hasta Texas y en cuestión de días todos en su nuevo hogar ya estaban perdidamente enamorados de él.
“Nunca mostró el dolor que había sentido y fue la mascota perfecta desde el día uno”, dijo su dueña.
Cuando Gus llegó a su nuevo hogar, tenía nada menos que 12 años de edad y un pronóstico muy poco alentador.
Durante los siguientes meses, disfrutó de las mejores siestas en el sofá y también en las camas de sus humanos.
Pasaba largas horas acompañando a las niñas de la casa y su momento favorito del día era que cuando alguien lo abrazaba.
Nunca lo habían tratado bien y parecía querer aprovechar al máximo cada gesto de cariño que le regalaban.
Su salud comenzó a deteriorar rápidamente. Lo llevaron con varios especialistas pero ya era demasiado tarde. Gus dio su último aliento acurrucado en una camita rodeado de sus hermanos perritos adoptivos y de sus queridos humanos.
“Gus ya descansará en paz y no sentirá ningún dolor. ¡Qué bueno que una familia lo ayudó en sus últimos días”, agradeció un usuario en las redes.
El acto de amor que hicieron los dueños de Gus al adoptarlo fue verdaderamente inspirador. Muy pocas personas se atreven a darle una oportunidad a un peludo con condiciones de salud y de una edad tan mayor.
Ellos sabían que tendrían poco tiempo con ese hermoso peludo, pero lo más importante era ayudarlo a partir de este mundo sintiéndose muy amado.
Une tu voz y comparte esta nota para crear conciencia sobre todo el cariño que necesitan los perritos mayores. Ellos también merecen ser adoptados.