A finales de febrero, Lady Gaga se llevó el susto de su vida cuando sus amados perros bulldog francés, Koji y Gustav, fueron secuestrados.
Como resultado, el paseador de los peludos, Ryan Fischer, de 30 años, terminó en el hospital en estado grave luchando por su vida.
Gracias a que la cantante es una figura tan pública, al eficaz trabajo de la Policía, y a que su estatus económico le permitió ofrecer una jugosa recompensa de 500.000 dólares, apenas dos días después del suceso, una mujer le devolvió a sus perros en sus manos.
La cantante fue duramente criticada por ofrecer tanto dinero por los perros, aunque la mayoría de amantes de los animales y sus fans la apoyaron, ya que reconocen que hubieran hecho lo mismo. Sin embargo, los señalamientos iban enfocados a que una recompensa así fomentaría aún más el secuestro de perros.
Pero ahora ha vuelto a estar en boca de todos tras salir a la luz que la mujer que encontró a los perros aún no ha recibido el famoso medio millón de dólares, y la cantante no piensa entregar el dinero, al menos por el momento.
Al parecer, el FBI investiga si el suceso no tuvo una vinculación política, como represalia debido al apoyo de la cantante a Joe Biden. Sería por eso que habría pedido a Lady Gaga que no entregara el dinero hasta esclarecer si la mujer que presuntamente dio con los perros, no estaba relacionada con el secuestro.
Si bien no hay evidencia que la mujer fuera una de las que atacara a Fischer, podría estar acusada de encubrimiento del delito. Por otro lado, los agentes tampoco descartan de que se trate de un ritual de iniciación de una banda callejera que esté proliferando en Los Ángeles.
En un nuevo vídeo de la cámara de seguridad se puede ver cómo el paseador no estaba tan cerca de los perros como para que tuvieran que dispararle para quitárselos:
Después de toda la polémica en torno al secuestro y de que Lady Gaga ni siquiera se habría preocupado demasiado por la salud de su amigo, Ryan Fischer rompió su silencio contando emotivos detalles:
«Hace cuatro días, mientras un coche se alejaba a toda velocidad y la sangre me brotaba de una herida de bala, un ángel trotó y se recostó a mi lado. Mis gritos de auxilio se calmaron mientras la miraba, a pesar de que me daba cuenta de que aquella sangre que se acumulaba alrededor de su pequeño cuerpo era la mía», comienza el relato de Fischer, refiriéndose a Miss Asia, el bulldog negro, que logró escapar y después de que los asaltantes se hubiesen marchado, regresó junto a su paseador.
«Acuné a Asia lo mejor que pude, le di las gracias por tantas increíbles aventuras que habíamos vivido juntos, le pedí perdón por no haber podido defender a sus hermanos y luego me prometí que trataría de salvarles la vida… y también la mía».
«Sonreí al ver cómo temblaba, agradeciendo que al menos ella estuviera bien», continuó.
«Todavía tengo que recuperarme, pero estoy esperando con ansias el momento en que me bombardeen con besos y lamidos (¿y tal vez incluso un poco de pipí de la emoción?) Asia, Koji y Gustav», concluyó.
Después incluso tuvo palabras para Lady Gaga, disipando todos los rumores:
«Tus pequeños han vuelto y la familia está completa… ¡Lo logramos! Me has demostrado muchísimo cariño a lo largo de toda esta crisis, tanto para mí como para mi familia. Pero tu apoyo como amiga, a pesar de que habías perdido de forma tan traumática a tus hijos, fue inquebrantable. Te quiero y gracias».
Nos alegramos de que la familia peluda de Lady Gaga se haya reunido de nuevo con su dueña. También era justo que el paseador que ha demostrado tanto amor por los perritos se recuperara favorablemente, como hasta ahora. Y ahora que se sabe que el hecho de que la artista no haya pagado la recompensa ha sido por una petición del FBI, esperamos que las críticas cesen.
Ojalá que de una vez por todas las leyes actúen sin clemencia contra las mafias de venta de perros de raza. El daño que hacen con sus fines crueles y mezquinos no tiene nombre. Hay miles de dueños que nunca vuelven a ver a sus mascotas y esto es algo que debe detenerse ya. ¡Comparte!