La mayoría de los perros destaca por su instinto protector. Sin embargo, no todos, aunque lo tengan, sabrán cómo actuar en determinadas situaciones de riesgo para él o para su grupo familiar humano.
Un pequeño cachorrito se encontraba compartiendo una fresca tarde en la casa junto a sus cuidadores. Ese mismo día, afuera había un grupo de otras personas celebrando con juegos pirotécnicos, cuyo ruido, como todos sabemos, causa estragos en nuestros mejores amigos peludos.
La reacción de este can fue instantánea. Corrió hasta uno de los brillantes y saltarines juegos de artificio y lo tomó en su hocico, para llevarlo después dentro de la residencia, sin miedo a quemarse.
Pero, cuando se percató de que esto había sido más un error de impulsividad juvenil, no dudó en proteger a su familia alejando aquel objeto incendiario lo más que podía.
“Muchos creen que los animales carecen de inteligencia, pero se equivocan y, para muestra esta manifestación de instinto protector y decisión de velar por otros”, escribió su madre humana.
El perro estaba empeñado en apagar aquella cosa luminosa a mordiscos, moviendo de lado a lado su cuello, ayudándose con el viento. Sin embargo, lo único que logró fue esparcir aún más las llamas y ocasionar un incendio en la casa.
El canino se vio aterrado en un primer momento, pero también sus responsables humanos. No obstante, estos no se quedaron de brazos cruzados y, como pudieron trataron de evitar que el fuego de expandiese aún más y alcanzara a la mascota.
Sin embargo, este súper perro parecía no temerle a nada e insistió en permanecer con el juego artificial en la boca. Esta vez lo llevó fuera de la casa y lo colocó en la de otro de los perros que convivían con su familia en la residencia.
Dejó tranquilamente el objeto dentro y salió como si nada, mientras todo continuaba ardiendo. Si es cierto que la pirotecnia amilana, asusta y vuelve locos a los perros, a este pareciera no importarle. No huye ni mucho menos se asusta, porque sabe que está protegido mutuamente por su familia.
Inclusive, aunque corría el riesgo de sufrir heridas graves por quemaduras, intentó una y otra vez que las llamas se apagaran, tal y como como su mente perruna se lo indicaba. Al final, lo logró.
“Afortunadamente, nadie sufrió daños. Solo acabamos desternillándonos de risa, viendo la intensidad de acción de este animal tan amoroso. Por eso, lo queremos tanto también. No es su culpa, es solo un cachorrito demasiado dinámico y muy juguetón”, añadió su cuidadora.
Sin duda, esta es la clase de amigos que cualquiera de nosotros desearía tener como compañero fiel en casa. Sin embargo, no podemos dejar de impactarnos con la reacción de la familia del can, quienes apenas le dieron importancia a lo que pudo llegar a ser una tragedia para el valiente peludo.
La verdadera responsabilidad para con los más vulnerables es nuestra, ya que los humanos somos quienes debemos velar por su seguridad y bienestar, y no al revés.
Comparte esta historia de coraje y valentía con tus seres queridos. No olvides brindar amor, cuidados y respetar a tus animalitos de compañía. Ellos te lo agradecerán con creces. Felicidades a nuestro súper perrito.