Muchas veces, perritos que son amados por sus familias terminan en las peligrosas calles a causa de un descuido que puede mantenerlos separados durante años. Como sucedió con un peludito llamado Sadan, en Brasil.
Pasó mucho tiempo sin su familia
La asombrosa historia sucedió en la localidad Não-Me-Toque. Una familia encontró a un perro que, sin que ellos lo supieran, se había escapado de casa hace tres años; posteriormente, fue rescatado por un grupo de protectores de animales en Carazinho y tras una larga recuperación logró regresar a casa.
El humano del perrito, Rafael Dirings, narró que Sadan escapó de casa mientras realizaban cambios en su patio trasero; su intención era que él se sintiera más cómodo, pero al parecer el peludo tenía otros planes.
“Mi padre y mi madre decidieron hacer una renovación en el patio, solo para hacer una casa para él, pero terminó huyendo», señaló Rafael.
La familia comenzó a buscar desesperadamente al perro. Hicieron varias publicaciones en Internet y búsquedas por la ciudad. Pasó el tiempo y no lograban encontrarlo por lo que terminaron rindiéndose.
Pero, tras tres largos años, de pronto una luz de esperanza apareció en sus vidas: una fotografía en la que aparecían varios perros llamó su atención y decidieron ir de inmediato para comprobar si se trataba de su querida mascota o no.
“Siempre había alguien que nos llamaba y nos decía que pensaba que tenía a nuestro perro. Este año vimos un reportaje de la ciudad vecina, una foto con tres perros en adopción. No lo pensamos dos veces para ir”, dijo Rafael.
Así, los humanos de Sadan fueron a Carazinho, a unos 20 kilometros de su casa. Allí, reconocieron y encontraron a su mascota nuevamente. No tenían dudas, el perrito también los había reconocido de inmediato.
“Se podía notar que nos reconocía porque era muy cariñoso. La primera vez que lo llamé por su nombre respondió de inmediato. Fue hacia mí y estaba muy feliz, no dejaba de mover la cola”, comentó Felipe Dirings, hermano de Rafael.
Tras haberse reunido por fin, se supo que Sadan fue encontrado por un grupo independiente de protectores de animales cerca de una parada de autobús en Carazinho. En ese momento su estado era muy grave: no tenía reflejos, ni se movía, estaba lesionado e infectado en una de sus patitas y también en su cuello.
Su recuperación fue lenta y, durante un largo período, Sadan tuvo que tomar antibióticos. Lamentablemente, perdió la vista, pero no el entusiasmo de ser querido por una familia y esa fue la razón que hizo que el grupo enviara fotografías suyas a una radio local para encontrarle un hogar.
Fue ese simple hecho lo que hizo que la familia se pusiera en contacto con los protectores de animales. Hoy en día, Sadan no se separa de sus seres queridos, a los que pudo tener cerca por tantos años y están tratando de reponer el tiempo perdido; su energía está siempre al máximo y ha vuelto a ser feliz, pese a no poder ver.
Enhorabuena por esta familia que nos demuestra que los milagros sí existen y surgen cuando menos lo esperamos.
Están más que felices de volver a estar juntos
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