La sargento del ejército Webb estaba cumpliendo servicio en el extranjero cuando se encontró con un perrito callejero que necesitaba ayuda, era un pequeño cachorrito de color negro y marrón, tenía muy poco peso.
Este peludo era el más débil de un grupo de perros callejeros que luchaban por sobrevivir en las calles.
La sargento se compadeció mucho al verlo, su mirada inspiraba ternura y amor, realmente el pequeño perrito tenía mucha desventaja en relación al resto de los peludos, por lo que decidió intervenir y ayudar al pobre cachorro asumiendo la responsabilidad de su crianza.
Desde ese día la sargento Webb llamó a su nueva mascota PupPu y adaptó el cumplimiento de su deber con la nueva responsabilidad que tenía a su cargo.
Pero las cosas cambiaron antes de tiempo. La gira de Webb terminó y ella debía volver antes de lo esperado. A Webb le preocupaba lo que podía pasar con PupPup si lo dejaba en ese lugar.
Después de tanto tiempo cuidando al cachorro que había encontrado desvalido había nacido un vínculo entre ellos muy especial.
La sargento Webb no podía dejar a su cachorro, tenía que buscar la manera de llevárselo, fue entonces cuando acudió a Paws of War, una organización sin fines de lucro que ayuda al personal militar activo a trasladar a los Estados Unidos a los animales que han rescatado.
«Le pedí desesperadamente a Paws of War que me ayudara a traer a PupPup a los Estados Unidos, no puedo soportar la idea de viajar y dejarlo”, escribió Webb a Paws of War.
Webb tenía la esperanza de que esta organización la pudiera ayudar con el caso de PupPup.
“Este lugar es muy duro para los perros y me temo que morirá si se queda. Además, hemos formado un vínculo tan fuerte que significa todo para mí. No puedo darle la espalda y estaré eternamente agradecida por la ayuda que me puedan dar para llevarlo a casa”, agregó Webb.
Robert Misseri, cofundador de Paws of War, recibió el mensaje de Webb e inmediatamente comenzó a trabajar en el caso de PupPup.
«Llegamos mientras Webb todavía estaba en servicio. Solo le quedaba una semana y media para irse, así que sabíamos que teníamos un corto tiempo para conseguir que PupPup viajara», dijo Robert.
Primero llevaron a PupPup a un veterinario para que lo vacunara y después coordinaron un hogar de acogida donde el cachorro pasara la cuarentena hasta que pudiera salir del país. Después de cuatro vuelos cancelados, PupPup finalmente pudo abordar un avión hacia su nueva vida.
Afortunadamente PupPup llegó sano y salvo a su nuevo hogar.
“No lo creyó hasta que finalmente apareció. Me ha llamado todos los días desde entonces y me ha enviado un mensaje de texto diciéndome que todavía no puede creer que PupPup esté con ella. Dijo que le habría pesado mucho en su corazón si hubiera tenido que dejar PupPup ahí”, dijo Webb.
La sargento Webb no podía creer que realmente eso estuviera sucediendo, era un sueño hecho realidad.
“Se han vuelto inseparables”, dijo Robert.
PupPup y Webb han retomado la vida juntos y no podrían estar más felices los dos. Nosotros celebramos este feliz encuentro compartiendo su historia.