Lauren Smith Greeno es una gran amante de los animales. Ya tenía tres peluditos en casa, pero decidió dar un vistazo a Petfinder en caso de que hubiese algún perrito con necesidad de hogar temporal.
En aquel momento pensó que realmente se trataría de una etapa transitoria, pero se encontró con una mirada que la cautivó y todos los planes cambiaron.
Una perrita de pelaje atigrado tenía la mirada más triste del mundo.
Con el corazón roto, Lauren supo que debía hacer algo para ayudarla.
“Sus ojos lucían tan atormentados pero a la vez llenos de esperanza. Sentí una conexión instantánea. Quería abrazarla”, dijo Lauren.
De inmediato, Lauren se dirigió al refugio Charlie’s Crusaders Pet Rescue para averiguar un poco más sobre esta peludita. Se llamaba Ginnie y acababa de dar a luz. Fue una maravillosa madre que brindó cariño y lengüetazos a todos sus bebés.
Los rescatistas la habían salvado de un hogar terrible donde vivía en condiciones injustas y dolorosas. Ginnie jamás había conocido la comodidad de una cama ni lo que era tener un juguete de perritos.
Todos los cachorritos de la camada encontraron un hogar en cuestión de semanas. Por desgracia, nadie parecía fijarse en la agotada madre. Por alguna razón, todos seguían de largo y se negaban a darle una oportunidad.
Afortunadamente, Lauren había llegado y no estaba dispuesta a dejar a esta peludita un día más en el refugio. Todo había comenzado con la intención de brindar hogar temporal pero apenas la conoció supo que ya era una miembro más de su familia.
“No entiendo cómo todos la ignoraban. Es gentil, cariñosa y se vuelve amiga de todos los que la conocen. La gente rechaza perros ancianos o de pelaje oscuro”, lamentó Lauren.
El proceso de adopción fue todo un éxito. En cuanto subió al auto, Ginnie parecía comprender lo que estaba sucediendo y saltó al regazo de Lauren para darle muchos besos.
“Me dio muchos besos y yo lloré. Era tan linda y estaba abierta a dar mucho amor. Confió en mí de inmediato”, dijo Lauren.
Una vez en casa se dispuso a conocer a sus nuevos hermanitos y se llevó de maravilla con todos.
“Ella está llena de amor y bondad”, dijo Lauren.
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El momento más conmovedor fue cuando la hermosa Ginnie se subió a la cama de Lauren. Ella la invitó a subir y la dulce perrita parecía volar por las nubes al sentir la comodidad de una almohada. Finalmente sus días sin un hogar habían quedado atrás.
Es un verdadero alivio saber que la linda Ginnie ahora tiene la familia que tanto merece. Comparte esta nota para recordar que todos los perritos, sin importar su raza, edad o color, merecen una segunda oportunidad.