¿Alguna vez has escuchado a un sacerdote decirle a alguien que se vaya al infierno? Por increíble que parezca, esto fue lo que dijo un clérigo a un humilde emigrante egipcio que dejó su país en busca de una mejor vida y ahora se enfrenta a un desalojo por rehusarse a separarse de sus amados animales.
El insólito hecho aconteció en Corumbaíba, en la región sur de Goiás, Brasil. El sacerdote, llamado Emerson Simplício, es responsable de la Parroquia Senhor Bom Jesus da Cana Verde. Y desató la polémica cuando quitó su empleo al hombre a quien había dado cobijo, por la presencia de sus animales en el recinto.
La conversación entre Mohamed Nafad, de 35 años, y el sacerdote fue capturada en una increíble grabación en donde se escucha al eclesiástico condicionar su ayuda. Su postura es clara: Mohamed solo puede permanecer en el lugar sin sus animales, de lo contrario, puede irse con ellos “al infierno”.
«Antes de que te mudaras, te lo dije: ‘te ayudaré, pero no quiero saber que hay un perro ahí. Intenta sacar a estos perros de allí.
Acaba con su vida, dáselos a alguien, entrégalos al cementerio. Si continúas con estos perros, tú y ellos se irán a la calle, al infierno’”, dijo el cura en el audio.
Tras verse acorralado por miles de usuarios en las redes, amantes de los animales de todo el mundo, el sacerdote tuvo que pronunciarse al respecto y dar una explicación por sus graves comentarios que atentan contra la vida de los animales y el bienestar del hombre necesitado.
“Estaba nervioso porque los animales habían hecho sus necesidades en la parroquia. Lamento la forma en que hablé a Mohamed”, señaló el clérigo.
Sus animales se han convertido en su mejor refugio
Mohamed tiene tres perros y un gato, a quienes considera sus amados hijos. Llegó de Egipto a Brasil en 2013, para tener una vida mejor, pero no consiguió trabajo. Antes de llegar a Goiás, pasó por los estados de Río de Janeiro y Paraná. Sin hogar, le pidió ayuda al sacerdote, pero se encuentra profundamente indignado por la postura que este ha tomado.
“No lo creí, pensé que tal vez estaba bromeando. Estaba muy indignado por esto. Prefiero irme con ellos a las calles, pero no los dejaré. A donde vaya, mis animales van conmigo”, enfatizó Mohamed.
Pese a todas sus carencias, Mohamed no se considera una persona sin hogar, sino alguien que vive a favor y depende de la ayuda de los demás. Ha trabajado como vigilante, operador de maquinaria agrícola y vendedor, y sigue tratando de conseguir un empleo permanente.
Hasta el momento, Mohamed sigue viviendo con sus animales en la sala parroquial proporcionada por el sacerdote, debido a que las inclemencias del clima le ponen en riesgo para marcharse. No obstante, ha comunicado el caso ante la Policía Civil.
“Estamos aquí, mis hijos y yo. No hay forma de que salgamos con esta lluvia”, afirma el hombre.
Ojalá que este clérigo pueda reflexionar y que entienda que los animales son parte de las maravillosas creaciones de Dios, son seres perfectos e inocentes con los que tenemos la oportunidad de convivir.
Los animales son seres perfectos de la creación que merecen respeto y amor
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