Tristemente, llegan a nuestros oídos diariamente casos de animalitos descuidados y maltratados por sus miserables dueños. Muchas veces, nos alegramos de compartir finales felices gracias a que héroes intervienen a tiempo, pero desgraciadamente no siempre es así.
Y entonces nos preguntamos como sociedad y como individuos, ¿qué más pudimos haber hecho para ahorrarle tanto sufrimiento y un final tan desgarrador? Sólo nos queda ampararnos en la justicia para que al menos los desalmados paguen por sus crímenes y ninguna otra criatura caiga en sus manos.
Es el horrible caso de la pobre Bella, una bulldog de 2 años, que tuvo la mala suerte de tener un monstruo como dueña.
Desde el año 2018, la organización de rescate animal de Australia, RSPCA, había recibido quejas de una perrita que permanecía en el patio trasero de su casa, flamélica, con todos los huesos a la vista.
Su dueña era Ariel Crowther-Christine, de 25 años, de Queensland, madre de 3 niños, quien fue delatada por un vecino, diciendo que «Bella estaba letárgica y tenía un bulto en la parte posterior de la pierna, que la hacía cojear».
Los inspectores de RSPCA la visitaron varias veces y le ordenaron que llevara a la perrita al veterinario. Pero en una visita de seguimiento, en marzo de 2019, vieron que Bella sólo había empeorado, a pesar de que otro animal en el patio estaba en perfectas condiciones.
Bella era como un esqueleto viviente
La mujer alegó que la perrita sí se alimentaba a diario, pero lejos del otro animal porque estaba «demasiado débil para alejarla cuando están comiendo».
Entonces la RSPCA decidió retener a la perrita y llevarla al veterinario, que ordenó una cirugía de inmediato, pero lamentablemente ya poco se podía hacer por ella. Días más tarde murió sin que hubiera recibido el amor y los cuidados que merecía.
Ariel Crowther-Christine finalmente se ha enfrentado a la justicia este martes, y aunque no ha comparecido en la Corte de Magistrados de Brisbane, ha recibido una sentencia.
Se le impuso una multa de 3.800 dólares, además de un cargo por dejar de alimentar a su mascota y tres cargos por privar de un tratamiento para la lesión de Bella.
Se le prohibió de volver a tener un animal por el resto de sus días
Lo más injusto de todo es que la fiscal Tracey Jackson dijo que Bella habría sobrevivido si hubiera recibido el tratamiento adecuado.
«Las fotos de Bella son extraordinariamente angustiantes. Evidentemente se estaba muriendo de hambre en el patio trasero».
“Este fue un terrible caso de negligencia y, lamentablemente, Bella pagó el precio final por la incapacidad de su propietario de proporcionar la atención adecuada«, agregó la fiscal.
En relación a la prohibición de tener mascotas de por vida, se dijo también que podría revisarse después de cinco años.
Este es un caso que debe servir para que todos los que de alguna manera estuvieron involucrados directa o indirectamente en el caso de Bella, no puedan dormir tranquilos porque pudieron evitar su desgarradora muerte y no lo hicieron.
Comparte esta nota para crear conciencia, Bella no hizo nada para merecer tanto sufrimiento, pero ya cruzó el arco iris, lejos de toda crueldad y perversidad humana.