Dicen que los fotógrafos deben tener un ojo profesional y bastante analítico capaz de mirar más allá de lo aparente. Precisamente gracias a esta capacidad, la vida de un perrito ha dado un vuelco sorprendente después de que un fotógrafo lo encontrara abandonado en una isla.
Wesley White es un fotógrafo que estuvo de visita en Belice, América Central, por cuestiones de trabajo. Un buen día, su espíritu aventurero lo impulsó a hacer un viaje en kayak hasta una pequeña isla remota.
El hombre sólo salió de su hotel y llevó consigo su cámara en busca de retratar los más hermosos paisajes, sin saber la sorpresa que se llevaría.
En el lugar, Wesley busco un lugar donde reposar y prepararse para pescar y tomar un par de fotografías. Él pensaba que estaba sólo pero para su sorpresa encontró a un perrito demacrado, recostado en una choza de pesca que se encontraba desocupada.
«Por el rabillo del ojo, vi que meneaba la cola. Mi corazón explotó fuera de mi pecho. Estaba esperando a que apareciera un humano», dijo Wesley.
De inmediato Wesley supo que debía actuar con rapidez si quería salvarle la vida a la criaturita.
Por ese motivo, tomó una toalla y decidió cubrirlo para llevarlo consigo de vuelta a su hotel. Al llegar al lugar, los empleados del centro turístico se portaron muy amables y decidieron contactar al veterinario local.
Mientras el especialista llegaba, Wesley intentó alimentar al animalito, al que llamó Wiston, pues había algo que realmente le preocupada: a él sólo le quedaban 2 días de su viaje por Belice.
Realmente este rescate ocurría a contra reloj, y eso que aún no sabía el estado de salud de la criatura.
«Se descubrió que Winston estaba infestado de ácaros, demacrado y deshidratado, pero por lo demás sus órganos estaban saludables», escribió Wesley en Instagram.
Aunque el animalito se veía bastante mal, había esperanzas de que se recuperara. Wiston sólo debía seguir su tratamiento pero esto no era algo tan sencillo para Wesley, quien debía regresar a su casa en Montana.
«De repente, fue como renunciar a mi pequeño cachorro», dijo Wesley.
El hombre lo cuidó por un par de días pero debió abandonarlo, aunque no sin antes dejarlo en un buen cuidado.
Wesley volvió a casa pero no podía dejar de pensar en el perrito que conoció en la isla, sabía que debía recuperarlo.
El hombre inició una campaña de GoFundMe para cubrir los gastos médicos del animal y en menos de un mes encontró la forma de hacer posible el viaje de Wiston hacia los Estados Unidos.
Wesley quería que el amiguito viviera con él y sus otros dos perritos.
Finalmente, llegado el día, Wesley condujo de Montana a Dallas para recibir a su nuevo amigo. Aunque estaba un poco temeroso de que Wiston no lo recordara, la verdad es que el animalito no había podido olvidar a su ángel guardián.
El animalito lucía mucho más saludable y estaba feliz de reencontrarse con el fotógrafo.
Winston pudo adaptarse al cambio de temperatura entre Belice y Montana, y está feliz de compartir junto a su nueva familia. La forma en que el animal llegó a esa isla remota será siempre un misterio pero lo importante es que un héroe llamado Wesley fue sin pensarlo a su rescate.
No te marches sin compartir esta encantadora historia. Haz posible que el ejemplo de este hombre inspire a otras personas y cada día sean más los que deciden cambiarle la vida a algún animalito.