Nadie esperaría despertar y encontrar en el interior de su vivienda a una vaca, pero eso le pasó a Kay Laing, una mujer que encontró al enorme animal atrapado en el trampolín de su patio.
Ella no podía salir de su asombro cuando se percató de la presencia de la vaca y se preguntaba cómo había llego hasta ahí.
Resulta que 40 vacas escaparon de una propiedad de South Gippsland en Victoria el pasado miércoles, los dueños tomaron cartas en el asunto y las rescataron y congregaron en la finca en la que viven.
Un camionero fue el que vio a la manada en medio de la carretera y llamó a la puerta de las viviendas rurales más cercanas, algunas personas tenían vacas esparcidas en sus patios, las guiaron todas a la granja.
Pero una de ellas, estuvo desaparecida e intentó saltar por encima del trampolín, pero no pudo, y allí se quedó esperando que alguien acudiera a ayudarla.
El camionero le avisó a Kay advirtiéndole que revisara su patio, y ella no vio nada. Pero en una segunda revisión se percató de que el animal estaba en el interior de su patio.
“Llamé al vecino y le dije: ‘Vaya, lo siento David, hay una vaca atrapada en el trampolín, no te estoy tomando el pelo, está realmente sobre el trampolín”.
Kay alertó sobre el hallazgo de la vaca fugitiva que había aparecido a un kilómetro de distancia de la granja de la que salió.
Ella llamó a los dueños de la granja, quienes fueron hasta su vivienda usando un tractor, cadenas y una grúa para rescatarla.
Ross y Russel, dueños de la granja, dijeron: “No sé cuánto tiempo nos llevó rescatarla, pero estábamos de vuelta a la cama a las 3:30 de la madrugada”.
Presumen que la vaca habría estado aterrorizada por lo que vivió, afortunadamente, los dueños de la granja lograron sacarla con éxito del trampolín.
La pareja conoce su comportamiento y con mucha delicadeza intentaron sacar al animal del trampolín para asegurarse de que no sufriera ninguna lesión.
La vaca seguramente estaba angustiada sin saber cómo salir del lugar, cuando recibió ayuda de sus dueños los reconoció, se dejó caer y se sentó.
“Ella estaba bien, la levantamos y después caminó a casa, tal vez un kilómetro y medio”, dijo el dueño de la granja.
Kay les dijo a Ross y Russel que compartiría la historia en las redes y medios locales para sacarle una sonrisa a los vecinos con el hecho que por suerte, solo se trató de una divertida anécdota. Compártela.