A lo largo y ancho del mundo hay muchos animales que son sometidos a prácticas inapropiadas que van en contra de su naturaleza. Afortunadamente existen lugares maravillosos donde trabajan ángeles que ayudan a estos seres indefensos.
Elephant Nature Park en Tailandia, es uno de esos lugares donde el amor de voluntarios hace milagros en la vida de los animales, este centro es el hogar de muchos elefantes rescatados que llegan al refugio tras haber vivido experiencias muy traumáticas.
Delante de los ojos de la mayoría, Elephant Natura Park es el hogar solo de elefantes, sin embargo, también alberga a más de 400 perros que han sido felizmente rescatados, incluyendo 32 amigos peludos que son muy especiales.
Estos 32 perros especiales han perdido el uso de algunas de sus patas por algún accidente, enfermedad, abuso o negligencia.
Lo más probable es que no hubiesen sobrevivido de no haber sido rescatados por el equipo de voluntarios de la Fundación Save Elephant, que es financiada y administrada por el santuario.
El rescate le cambió la vida a estos animales, quienes vivían en las calles, ignorados y sufriendo desolación, hambre, sed y penurias con un destino muy oscuro.
Quizás alguno de ellos hubiese estado en una lista de aquellos que ponen a dormir para siempre porque no tienen un hogar.
Por fortuna, su vida cambió para siempre. Ahora tienen una vida feliz, llena de cuidados y amor.
Todos son atendidos con amor por los voluntarios de la fundación y el santuario.
Pensar que la labor que hacen estas personas amantes de los animales es un trabajo fácil sería un error, son horas de entrega y dedicación a estos seres que han sido marcados por tristes experiencias.
Realmente es un trabajo muy duro y agotador, pero que por la fuerza del amor es posible un día tras otro, hasta lograr la recuperación de estos animales y verlos completamente sanos y felices.
A pesar de que estos adorables perritos no pueden usar alguna de sus patas el personal se preocupa que salgan a caminar todos los días.
Estos amigos peludos discapacitados son felices cuando se suben a las sillas de ruedas.
“Son cachorros felices y les encanta estar con personas», revela un voluntario de Save Elephant Foundation.
Tan pronto como se suben solo esperan salir y pasear, también reciben visitas de otros voluntarios para jugar con ellos.
Este gran trabajo que realiza el personal del refugio y de la fundación es posible gracias al amor incondicional de los voluntarios y por la generosidad de quienes realizan las donaciones destinadas al del centro.
Estos perros tienen la oportunidad de vivir, correr y jugar gracias al amor de estos ángeles en la tierra. ¡Comparte esta emotiva historia!