Nunca sabemos cuándo puede llegar un hermoso ser que transforme por completo nuestra vida, ni mucho menos quién será el responsable de llenar los días de nuevas aventuras, para esta familia fue una pequeña liebre que llegó para quedarse para siempre sus corazones. Todo comenzó cuando Natasha Terry y su familia salvaron a una liebre huérfana.
La liebre estuvo por 8 semanas bajo el cuidado de la familia.
El pequeño animalito fue encontrado en el jardín de la casa tan solo días después que el esposo de la señora Terry, Mark, se topara con una liebre muerta en el jardín, rápidamente comprendieron que la liebre era huérfana.
Al verla sola y muy indefensa, la familia decidió hacerse cargo e intentar todo para salvar a la liebre.
Decidieron llamarla Clover.
Durante dos meses le ofrecieron todos los cuidados que necesitaba. Tras su recuperación decidieron dejarla en los campos cercanos a la propiedad en Lincolnshire, Inglaterra.
Si bien pensaron que era poco probable de volver a ver a tan hermosa criatura, Clover decidió sorprenderlos y ahora los visita día tras día llenando de magia cada encuentro con los seres que le salvaron la vida.
“Cuando la soltamos pensamos que podríamos verla una o dos veces, pero para nuestra sorpresa, regresa todos los días para saludar”.
La familia ha creado un vínculo tan hermoso con la liebre que incluso muchas veces sienten que están viviendo un verdadero cuento de hadas.
Clover llega a la casa y recorre cada espacio para finalmente reunirse con Terry y los demás miembros de la familia. La madre de 43 años comenta:
“Entró por la puerta trasera de la casa, lo que nos sorprendió, subió las escaleras y se miró en el espejo de nuestro armario, era como si hubiera aparecido para comprobar cuánto había crecido. La puerta trasera está abierta, creo que pensó que vendría y vería donde solía vivir”.
Esta amable familia se dedicó a criar a la pequeña “niña” que sin pensarlo se convirtió en un miembro más de la familia.
Clover fue alimentada con leche que recibía en biberones para gatitos, cuando estaba más grande empezó a consumir pasto y algunas verduras duras.
Los más pequeños de la casa esperan con emoción la mejor visita del día.
Los niños de la familia son lo más felices de tener un nuevo amigo: Daisy de 14, Balke de 12, y Eliza de 9, pasan sus días consintiendo y jugando con la hermosa Clover. La madre comenta:
“Mi hija menor, Eliza, le gustaría mucho ser veterinaria, así que le gustan mucho los animales y el cuidado de los animales y la vida silvestre. Ella estaba particularmente interesada en llevar las tablas de su peso y cuánto media bebía y todo ese tipo de cosas”.
Cómo no estar feliz si tienen en casa un hermoso animalito que aunque los hace pensar que están disfrutando de un cuento de hadas, nos recuerda que la realidad supera por mucho la ficción.
Dicen que uno siempre vuelve a los lugares donde fue feliz y esta hermosa liebre parece saberlo. No te vayas sin antes compartir esta tierna historia en tus redes y se nuestro cómplice para llenar el mundo de historias con finales felices.