Aunque el mundo se encuentre temeroso ante la pandemia, las buenas acciones no tienen por qué detenerse. En esta ocasión alegra informar que la última de las jirafas en peligro de morir ahogadas en una inundación en Kenia se encuentra finalmente a salvo y su rescate no puede menos que catalogarse como milagroso.
Los quince meses de esfuerzos por salvar a las jirafas han dado resultado.
Desde inicios del año 2020 grupos animalistas se encontraban luchando para rescatar a unas jirafas atrapadas alrededor del lago Baringo de Kenia y que corrían el riesgo de morir ahogadas.
Según reportó la organización sin fines de lucro Save Giraffes Now, un grupo de jirafas Rothschild habían quedado atrapadas en la isla Longicharo del lago.
Durante todos estos meses las criaturas se vieron privadas de los recursos necesarios para sobrevivir.
Desde que inició la tragedia, las organizaciones Save Giraffes Now, Ruko Community Conservancy, Northern Rangelands Trust y Kenya Wildlife Service (KWS) habían trabajado en conjunto para rescatar a cada una de las jirafas.
Usaron todos sus recursos humanos y materiales para salvar a las criaturas.
El asunto no era para nada sencillo, pues debían trasladar a los fornidos animales por mar. La emergencia dio como resultado la creación de una barcaza personalizada (llamada «The GiRaft») y un santuario de 1.780 hectáreas en tierra firme para los animales.
Con gran esfuerzo fueron rescatando a cada jirafa.
A lo largo de los últimos meses, los rescatistas habían estado salvando la vida de cada uno de estos bellos animales. Por ese motivo, saber que la última de las jirafas se encuentra fuera de peligro es una gran satisfacción.
Esta pequeña significó la exitosa culminación de tantos esfuerzos.
«Sentíamos una gran urgencia por este rescate. Con la jirafa en una extinción silenciosa, todos los ejemplares que podemos proteger son importantes, por lo que este rescate es un paso importante para apoyar la supervivencia de esta especie», dijo David O’Connor, presidente de Save Giraffes Now.
Desde el mes de diciembre, los guardabosques de Ruko atraparon a los animales en The GiRaft.
La tarea había consistido en dejar golosinas dentro de la barcaza para lograr que alguna de las jirafas se subiera por su cuenta y una vez allí era trasladada al santuario, en cuanto el clima lo fuese permitiendo.
Este mes de abril la operación fue dada por terminada con la llegada de Noelle al refugio. Esta jirafa nació en diciembre en la isla, de una de las hembras adultas que llevaba meses atrapadas en el lugar.
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Ahora todas las jirafas se encuentran juntas en el santuario y los rescatistas que participaron en esta larga misión se sienten complacidos de haberlo logrado. Estas criaturas pertenecen a una especie en peligro y por eso la vida de cada una de ellas tiene un valor aún más grande.
Aplausos para todos aquellos que pusieron su mayor esfuerzo en este rescate, que la vida les multiplique tanto amor a los animales. No te vayas sin compartir esta encantadora noticia.