Leesa es una hermosa pitbull que vivía en las calles de los Ángeles con un terrible estado de salud. La pobre tenía varios tumores que le causaban mucho dolor y no se atrevía a acercarse a ningún humano.
Pasaba las horas escondida en el estacionamiento de un restaurante. Cada vez que alguien se aproximaba, huía a toda velocidad para esconderse debajo de algún auto. Un día, uno de sus tumores empeoró y comenzó a sangrar.
Afortunadamente, alguien se dio cuenta de la gravedad del asunto y contactó a los rescatistas de Hope for Paws. Eldad Hagar, el fundador de Hope for Paws, acudió de inmediato. Sabía que la perrita estaba sangrando y no había tiempo que perder.
Sólo hizo una corta parada para comprar una hamburguesa y así poder llevarle algo de comida a la pitbull. Cuando la vio, se le rompió el corazón, la pobre se encontraba muy mal pero no dejó que Eldad se acercase a ella.
Se ocultó bajo un auto, así que el rescatista se armó de paciencia. Todo era cuestión de ganarse su confianza, así que Eldad se sentó a unos pocos centímetros y le habló con dulzura.
Una media hora después, la hermosa pitbull ya confiaba en él y se veía sumamente agradecida por haber recibido comida. Finalmente, se acercó hasta su rescatista y lo sorprendió con el mejor de los besos, Leesa había comprendido que Eldad llegó para ayudarla.
“He hecho esto miles de veces, pero siempre es muy especial. Desarrollas una relación de confianza en un corto período de tiempo”, explicó Eldad.
Eldad llevó a Leesa a un veterinario y allí le realizaron una serie de exámenes. Tenía un par de tumores mamarios que fueron extraídos de inmediato.
También tenía extrañas masas en su cabeza y en su espalda, y un tiempo después la volvieron a operarla para asegurarse de que quedara completamente libre de tumores.
Su recuperación fue un proceso difícil, pero la linda pitbull contó con un hogar temporal en donde le ayudaron con sus heridas las 24 horas del día.
Ahora, la perrita está irreconocible. Está muy feliz y ha recuperado por completo su confianza en los humanos, su rescate fue un verdadero milagro ya que de haber pasado un solo día más en las calles, era posible que no lograra sobrevivir.
Si ves a un perrito en apuros no dudes en contactar a un rescatista o alguna fundación para brindarles apoyo, una simple llamada podría salvar su vida. Comparte esta historia que afortunadamente tuvo un final feliz.