En febrero del año 2016 encontraron a una pobre chica en el desierto de San Jacinto, California. Esta Pit bull estaba a punto de morir de hambre, se le marcaban todos los huesos a través de la piel, excepto en el área de la barriga donde sobresalía una extraña protuberancia que hizo a todos creer que estaba embarazada.
Poco después le hicieron unos exámenes médicos que revelaron que había estado comiendo piedras debido al hambre extrema… Por esa razón, quienes la rescataron la bautizaron con el nombre de «Rocky».
Para quitarle las rocas del estómago tuvieron que practicarle una cirugía de la cual salió muy bien. Solo necesitaba encontrar un hogar, aunque fuese temporal. Las personas que la rescataron en esa localidad publicaron su historia y el refugio Luvable Dog Rescue la leyó, quedaron encantados y accedieron en darle cobijo a Rocky. El transporte especial para animales Shelter Transport Animal Rescue Team (START) se ofreció a trasladar gratuitamente a la perrita desde California hasta Oregón.
«Desde que llegó, Rocky se comportó maravillosamente con todo el personal y los voluntarios. Le encantaba jugar, ir de excursión, acurrucarse y dar cariño… Poco a poco recuperó peso y musculatura, hasta convertirse en una perrita muy atlética», contó Liesl Wilhardt, fundadora de Luvable.
La chica era la estrella del refugio, además de que se notaba muy agradecida con todas esas personas que la salvaron y estaban allí ayudándole. Pero a pesar de su maravillosa personalidad con los humanos, los meses pasaban y nadie la adoptaba debido a su dificultad para adaptarse a otros perritos.
«Puede ser un poco mandona o tener reacciones exageradas frente a otros perros. La pobre estaba sobre-estimulada y a veces no lograba controlar sus maneras, lo cual hacía que algunos perros o incluso humanos se pusieran nerviosos ante su presencia. Pero a pesar de ser un perro genial el 99% del tiempo y enamorar a todo el que la conocía por primera vez, nadie estuvo dispuesto a llevarla a casa.»
Casi un año después llegaron Rich y Diane Carey, quienes hace algún tiempo ya habían adoptado a un perrito en Luvable: Hank, un Pit bull francés. El pobre recientemente perdió a su mejor amigo, el otro perrito de la casa, por lo que consideraron que un nuevo amigo resultaría lo mejor para toda la familia.
Entonces un equipo profesional del refugio llevó a Rocky a conocer a la familia Carey. A pesar de que ambos perros eran un poco agresivos y nerviosos al jugar con otros perros de su especie, la familia tenía confianza en que las cosas funcionarían muy bien. Todos estaban nerviosos ante la posibilidad de que las cosas no funcionaran. En esa oportunidad la cita no terminó bien, ya que se pusieron a pelear y tuvieron que llevarse a Rocky de allí.
A pesar de los sucesos, los Carey no dejaban de pensar en lo adorable que era Rocky, así que contactaron nuevamente con el refugio para ver si le daban una segunda oportunidad. Después de conversarlo y analizarlo mucho, se pusieron de acuerdo para llevar a Rocky y a Hank a un entrenador especializado en casos como ese. Fue así como ambos chicos aprendieron a confiar el uno con el otro 😀
Después de eso, Rocky –que ahora se llama Roxi– y Hank se han convertido en mejores amigos ¡son inseparables! «Estamos tan felices con Roxi… Ella y Hank se llevan de maravilla y se divierten mucho jugando», comentó Diane.
«Fue un largo proceso traer a Roxi a esta casa, pero gracias a las buenas personas de Luvable lo hemos logrado. Es una chica sumamente especial, todos la queremos mucho», continuó.
¿Te gustaría ayudar al refugio para que continúen con su maravillosa labor, ayudando a otros chicos como Roxi y Hank? Puedes hacer una donación o incluso adoptar a uno de sus perritos.
Te invito a compartir esta maravillosa historia con todos tus amigos y conocidos