Afortunadamente existen ángeles en la tierra. Gente con un gran corazón inclinado a las necesidades de los animales y siempre dispuesta a brindarle una oportunidad de vida llena de amor, cuidado y atención.
Roper y Andre son dos hermosos perritos que han podido dejar atrás sus días oscuros gracias a estos ángeles que se preocuparon por ellos y les dieron el más cálido amor para que conocieran el verdadero calor de un hogar.
Bev Caplan, madre adoptiva de estos cachorros, manifestó que se siente realmente feliz al ver a este par de amigos peludos quererse tanto y llevar una extraordinaria convivencia a pesar de tener diferentes orígenes… ¡Les encanta estar acurrucados!
Las historias de Roper y Andre son distintas. Bev los cuida y los ama inmensamente. Para ella es imposible no pensar en el tipo de vida al que estuvieron sometidos antes de llevarlos a casa.
Roper es un perrito lleno de nobleza y paciencia que fue rescatado de las calles donde estaba acostumbrado a vivir.
Vivía en un parque de caravanas ubicado a las afueras de Houston, donde era atacado por otros perros. Fue rescatado en marzo por el voluntariado de Houston K-911, una organización sin fines de lucro… ¡Este cachorro es realmente un sobreviviente de las calles!
Los rescatistas comentan que al llegar al lugar encontraron a Roper y a otros perritos vagando. Inmediatamente percibieron que él era un perro muy noble, pero también muy triste.
Katie Wing, cofundadora de Houston K-911 comentó que Roper le encantó sentir las caricias sobre su espalda. Su mirada era muy atenta a cualquier gesto de cariño que se le pudiera dar.
Cuando cesaron las caricias su mirada quedó perdida en el vacío y su cabeza colgaba. Se cree que vivió en la calle toda su vida.
Cuando llegó al refugio estaba lleno de parásitos y descubrieron que padecía la enfermedad del gusano del corazón. Este noble animalito mostró su agradecimiento y se quedó sumergido en un profundo sueño como si nunca hubiera dormido confortablemente.
Roper fue rescatado por primera vez en primavera y desapareció de su hogar de acogida durante un par de días que estuvieron llenos de angustia por no conocer su paradero.
¡Qué días tan aterradores!… Finalmente fue hallado caminando cerca de un parque para perros.
Anna Korbi, de Houston K-911, dijo que lo más probable era que Roper había estado tan acostumbrado a estar sólo que decidió ir a dar un paseo. Tras este incidente se dio cuenta que tenía gente que lo quería y lo cuidaba.
Cuando regresó al refugio había perdido el interés en sus escapadas o salidas independientes, indudablemente esto representó una demostración de que estaba listo para ser la mascota de alguien. La vida independiente de Roger había terminado para transformarse en el perro con el mejor comportamiento.
Andre es un perrito poco amante del espacio personal, le fascina sentirse acompañado. Sus primeras semanas de vida estuvieron marcadas por mucha incertidumbre y una brutal negligencia.
Fue rescatado a finales de agosto, mientras el huracán Harvey estaba a punto de colapsar a Houston. Andre y su hermana Petra, fueron vistos en una casa abandonada a la intemperie y expuestos al peligro de los efectos del huracán.
Recuerda el equipo de rescatistas que el día que los salvaron ambos cachorros estaban muy temblorosos, flacos y húmedos. Ellos fueron expulsados de un vehículo todo terreno. Petra se había lesionado y tenía la mandíbula rota.
Camino al refugio, Andre descansó su cabeza sobre uno de los rescatistas y se quedó plácidamente dormido. Fue una inmensa satisfacción verlo tan feliz y cómodo.
La vida de estos cachorros ha cambiado para bien. Su madre adoptiva está muy complacida en poder regalarles la oportunidad de recuperar el tiempo perdido y que se sientan amados, queridos y felices.
Estos dos perritos rescatados encontraron la calidez de un hogar con una feliz y adorable convivencia. Comparte con tus amigos esta expresión de amor mutuo.