Las creencias y supersticiones pueden desembocar en conductas nada favorables e incluso destructivas. Tal es el caso que se presenta en México, donde en el contexto de la pandemia por el COVID-19 algunas personas han arremetido contra ciertas aves, al pensar erróneamente que presagian la muerte.
El hermoso estado de Yucatán en México es conocido en el mundo por sus hermosas playas y sorprendentes ruinas mayas. Pero también persisten en las áreas rurales muchas creencias y tradiciones que son ampliamente aceptadas y respetadas por los pobladores.
En los actuales momentos donde el índice de contagios y muertes en el país azteca desafortunadamente está subiendo, las personas se preocupan y en ocasiones se dejan llevar por las creencias para tratar de evitar algo, que solo se logra cumpliendo las medidas sanitarias y el distanciamiento necesario.
Son seres hermosos y merecen justicia
En las comunidades mayas de Yucatán se piensa que el característico canto de las lechuzas y otras aves, como tecolotes y búhos atraen la muerte de las personas. Y por eso algunos desafortunados incidentes de injusticia hacia estos plumíferos se han venido suscitando.
En la zona de Subincancab, en el municipio de Timucuy, se han visto casos de malos tratos con objetos de madera y piedras a las lechuzas, incluso se sabe de que algunas personas mojaron con agua bendita a un ave como parte de la superstición para evitar la muerte.
Un grupo de jovencitos se dieron cuenta de lo que estaba ocurriendo e informaron a la Asociación Proyecto Santa María. Los rescatistas acudieron de inmediato al lugar de los hechos y pudieron recuperar al sobrio e inocente animal con vida, lo llevaron a un lugar seguro para prestarle e auxilios y los cuidados necesarios.
Pero con los días, y producto de los daños recibidos, la lechuza perdió su batalla y finalmente murió. Otro caso similar ocurrió a otro espécimen encontrado en un campo de béisbol del municipio, el animal estaba totalmente perdido y fue notificado a la asociación.
“Nos trasladamos a este municipio previo reporte a las autoridades ambientales, para auxiliar al ejemplar, pero al llegar nos encontramos con que acababa de fallecer sin causa aparente”, informó uno de los ciudadanos que la encontraron.
Los rescatistas se presentaron al sitio para realizar el procedimiento de rigor ante tales eventualidades. Y exhortan a la población a no participar en acciones tan deplorables que atentan contra la vida de las aves, y por ende del equilibrio ecológico.
No permitamos que estas injusticias sigan ocurriendo
“Como parte del comité de vigilancia ambiental participativa de PSM avalado por Profepa, resguardamos el cuerpo para trasladarlo a la ciudad de Mérida, y será la autoridad ambiental la encargada de determinar lo que procede”, informó un vocero del Proyecto Santa María.
Esperamos que las personas tomen consciencia en cuanto a lo que ocurre, y a través de un proceso de difusión y concientización terminen prácticas tan arcaicas y malsanas.
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