Esta perrita vivía en la calle. Su hogar era el estacionamiento de una empresa donde en completo abandono pasaba sus días y nadie hacía nada para ayudarla. ¡Qué tristeza!
Se alimentaba ocasionalmente de las sobras de alimentos de algunos empleados mientras se enfrentaba al rechazo de otros.
Pasó el frío invierno durmiendo sobre el cemento y sin nada para abrigarse, era una situación lamentable.
Hasta que un día su destino comenzaría a cambiar con la ayuda de un equipo de héroes que la rescató. Fue difícil que dejara ayudarse porque había sufrido mucho y estaba siempre alerta.
Cada vez que el rescatista se acercaba, ella ladraba e intentaba morderlo. Su actitud a la defensiva era una consecuencia de los traumas que había sufrido por el maltrato y abandono.
Un médico veterinario recomendó que para lograr atenderla era conveniente administrarle un tranquilizante.
Finalmente ella confió y aceptó la ayuda. Poco a poco percibía que esta vez los seres humanos sentían compasión por ella y querían sacarla de esa triste situación.
Le pusieron de nombre Zuzi y entonces fue cuando comenzó una vida nueva. Tenía lesiones en la piel causadas por mordidas de otros perros y pulgas, pero ya estaba recibiendo la atención necesaria para recuperarse.
Después de todo llegó la hora de trasladarla a su nuevo hogar. Con un poco de ayuda ella confío de nuevo en los seres humanos y estaba dispuesta a recibir todo el cariño y amor que le ofrecían y a entregarles su amor y lealtad ¡Ahora tenía una familia y un cálido hogar!
Aquellos días de frío en la calle habían terminado. Ahora tiene una hermosa y cómoda cama con su nombre.
Es gratificante saber que hay personas con un corazón noble capaces de reconocer las necesidades de un ser indefenso que no tiene voz y que clama por una vida digna tal como se merece, rodeado de afecto y atención.
¡Qué transformación tan grandiosa! Estos son los finales felices que nos motivan a seguir luchando en contra del maltrato animal. ¡No te vayas sin compartir esta conmovedora historia!