A pesar de lo que te cuentan las noticias, en este planeta suceden cosas maravillosas, amén de las tragedias y situaciones de peligro.
Es el caso de la historia de James Gettings, un oficial de Florida, Estados Unidos, que demostró que existen las personas buenas, amables y consideradas al salvar a un pequeño cachorro. Cuando salía de un hogar al que había concurrido contestando un llamado, sintió los llantos de un perro a lo lejos. Los gemidos se sentían débiles, pero sin duda eran cerca de dónde se encontraba.
James siguió los llantos hasta que encontró a un perrito dentro de un pozo séptico de un terreno abandonado.
Aquí estaba atrapado el perrito, desde donde lanzaba los llantos más lastimosos.
El pobre estaba atrapado y no podía salir, como cuenta en la página de Facebook la comisaría a la que pertenece James, St. Lucie County Sheriff’s Office.
«Recientemente, los oficiales estaban entregando trámites de procesos civiles a una casa en Fort Pierce. Al salir de la casa, escucharon a un perro lloriquear. Durante una búsqueda en el lote baldío vecino, encontraron a un cachorro que había caído en un drenaje séptico colapsado. Asustados y exhaustos, lo sacaron, le dieron varios baños e intentaron localizar a un dueño en el barrio. Al no encontrar a nadie, el perrito fue adoptado por el policía que lo rescató y ahora disfruta de una vida en el regazo del lujo», escribieron desde el Departamento de Policía, en Facebook.
El oficial no dudó en sacarlo de ahí y, tras varios baños, volvió a buscar a quién podría ser el dueño del perrito. Pero al no encontrarlo, decidió lo que ya sabía desde el primer momento en que lo vio: adoptar al pequeño.
¿No se ve feliz James de haber rescatado al perrito? ¡Acaba de ser un héroe!
El pobre estaba agotado de tratar de escapar del pozo.
El destino los unió y juntos van a permanecer. James le puso el nombre de Puddle (en inglés, charco) y en pocos días se había recuperado del susto.
Ahora Puddle (ya limpio) disfruta de su nueva vida ¡y comodidades!
Aunque ¿parece extrañar los malos olores del pozo?
Pero sin dudas Puddle es una mascota feliz. Hoy vive en su nuevo hogar, agradecido del hombre que le salvó la vida.
¡Comparte esta maravillosa historia, que seguro le saca una sonrisa a quien la lea!