Un grupo de amigos y entusiastas de la vida marina y el buceo contrataron una excursión para explorar las aguas de las bellísimas costas de la Bahía Cenderawasih de la Papua Occidental en Indonesia.
Lo que nunca se imaginaron es que se verían involucrados en un asombroso rescate marino.
Estos valientes buzos acudieron en ayuda de cuatro gigantescos tiburones ballenas atrapados en una red.
Todo comenzó cuando aún el equipo de buceo se encontraba en la superficie del agua.
Los buzos en su paseo encontraron un buque de pesca que enfrentaba un terrible dilema.
Cuatro gigantescos tiburones ballena se habían quedado atrapados entre sus redes de pesca.
Esto es algo que sucede con cierta regularidad, puesto que los tiburones ballena son atraídos hacia las redes.
Su instinto les dice que por la inmensa cantidad de peces pequeños nadando dentro de ellas, ese puede ser un buen lugar para alimentarse.
Los tiburones ballena no son cazadores, obtienen su alimento filtrando el plancton, los peces pequeños, los crustáceos y calamares que entran a su boca.
El bote de pesca no podía soltar las redes sin perder la pesca de toda la noche, un costo altísimo que no se podía dar el lujo de asumir.
Pero de no hacerlo podrían perder sus redes, ya que la fuerza y el peso de los tiburones ballenas de seguro las reventarían.
Esta zona es muy conocida por su diversidad marina y la belleza de su ecosistema.
Fue entonces cuando los buzos pudieron intervenir.
Al ver el terrible problema en el que se encontraban los tiburones y del que no saldrían bien parados, ellos decidieron ayudar.
Ellos decidieron zambullirse y tratar de empujar a los tiburones hacia afuera de las redes.
Tuvieron que bajar un poco los bordes de las redes y moverlas un poco más para que los tiburones pudieran salir.
Los primeros dos salieron relativamente rápido, pues estaban en una posición que les permitía liberarse fácilmente.
Los otros dos estaban en mayores problemas. Se encontraban más enredados y profundos en la red.
Mientras algunos de ellos se dedicaban a bajar las líneas de las redes, los otros empujaban a los tiburones hacia arriba y a los lados para liberarlos.
Los buzos tuvieron que trabajar en equipo e indicarles hacia dónde ir para que los peces gigantescos pudieran salir.
Finalmente, todo su arduo trabajo dio sus frutos y los cuatro gigantescos y magníficos animales pudieron encontrar la libertad sin reventar las redes de pesca del buque.
Al parecer, los animales se encontraban muy agradecidos, pues se quedaron por un rato en el área nadando junto con el equipo de buzos.
Ellos estaban muy emocionados de haber podido realizar un rescate marino tan maravilloso.
Juntos pasaron un buen rato nadando, jugando y admirando a estos maravillosos gigantes del mar.
La belleza de las imágenes habla por sí sola. ¡Qué increíble experiencia! Y eso que estos viajeros solo querían divertirse y bucear un rato
Los tiburones ballena así como todos los animales marinos son parte fundamental de un sistema que funciona de forma perfecta. Depende de nosotros, los humanos, cuidarlo y mantenerlo como tal.
¡Que maravillosa experiencia! Comparte este increíble rescate, debemos cuidar el mar y exigir regulaciones muy estrictas para la pesca.