Simplemente daban un paseo por la playa, cuando notaron que la basura se movía

Los animales, a pesar de saberse cuidar solos, muchas veces necesitan ayuda, y más si se trata de animales domésticos que no saben cómo vivir en la vida salvaje; afortunadamente existen muchas organizaciones y personas que trabajan para proteger y rescatar la vida animal.

Chrissy Beckles es la fundadora y presidenta de The Sato Project, una organización que se encarga de ayudar y rescatar perros callejeros en Puerto Rico, ella se encontraba junto con su grupo de trabajo dando una ronda cerca de una playa cuando notaron que algo se movía en la basura.

“La basura no debe moverse”, se dijeron entre ellos, por lo que cuidadosamente se acercaron a ver de qué se trataba, así pudieron notar que era un pequeño perrito y al intentar rescatarlo notaron que no era solo un cachorro, sino que eran dos… y acercándose un poco más, ¡esos dos perritos se convirtieron en tres!

Ellos tenían que hacer algo, no podían simplemente dejarlos ahí y especialmente porque son ellos quienes trabajaban para rescatar los animales de la playa. Los cachorros estaban solos sin comida y sin agua, todos parecían tener la misma edad, aunque había uno que lucía un poco más grande, a ese lo llamaron Maximus.

Maximus era un poco más peculiar que sus hermanos. Beckles y su equipo de trabajo notaron que se movía un poco diferente a sus hermanos, su manera de caminar no era hacia delante como lo hacen normalmente, más bien era de lado como un cangrejo.

Tomaron a los cachorros y los llevaron para que recibieran atención médica, todos los perritos recibieron exámenes médicos y gracias a esto se pudo diagnosticar que Maximus tenía una fractura en sus patas traseras, por lo que debía recibir un tratamiento especial.

Los tres pequeños fueron atendidos, pero las cosas no serían nada fáciles para Maximus,  pues el veterinario diagnosticó que una de sus patas tenía una fractura bastante complicada, pues cada uno de los huesos en ella estaban rotos y las esperanzas de recuperarse completamente, no eran muchas.

A pesar de las pocas esperanzas, Maximus recibió su tratamiento y se le colocaron yesos suaves en sus dos patas traseras, esperando que su recuperación fuera exitosa y que pudiera sanar.

A pesar de las bajas expectativas que el médico veterinario tenía con Maximus, realmente él solo necesitaba amor y atención. Cinco meses después de empezar a recibir su tratamiento, se empezaron a ver los resultados y de un día para otro el cachorro empezó a caminar de manera muy inesperada.

Relay Hero / dogworld.me

Por ahora sigue en recuperación y está esperando para viajar a Estados unidos para conocer a su nueva familia, ya que el adorable Maximus encontró a unas nobles personas que cuidarán de él para siempre.

Recuerda compartir este esperanzador rescate con final feliz.

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