Cuando los voluntarios de la organización Hope For Paws escucharon que había una pequeña chica callejera que dio a luz a tres adorables cachorritos en malas condiciones, supieron inmediatamente que tenían que entrar en acción.
Ellos siempre ayudan a los animales de California, no solo a perros, también pueden atender el llamado de gatitos u otra especie que necesite auxilio. Son realmente geniales, la labor que hacen es admirable.
Los sucesos esta vez se desenvolvieron en el campus de una universidad. Cuando llegaron, la pequeña familia estaba viviendo allí, no les costó mucho ubicar a los perros bebé.
Estaban atrapados entre unos alambres de la reja, pero a la mamá no la veían por ninguna parte. Uno de los rescatistas llamado Eldad decidió que tenían que abandonar el área durante un momento y esperar a que la perrita regresara sola.
En efecto, así ocurrió. La mamá regresó al lugar y todos rápido la rodearon e intentaron agarrarla con una red. Ella, al no saber que estaban allí para ayudarla, corrió rápido extremadamente atemorizada.
Ellos la siguieron, corrían también para salvarle la vida antes de que escapara para siempre. Afortunadamente son profesionales, y con mucho esfuerzo lograron que la red detuviese su escapatoria.
Mientras esperaban a que se calmara un poco, empezaron a darle cariño lentamente y le dieron el hermoso nombre de Dottie.
No pasó mucho tiempo para que la chica se diera cuenta de que podía confiar en esas personas, poco a poco comenzó a relajarse. Después de que la calmaron, le pusieron una correa y la llevaron a ver a sus hijos.
Apenas agarraron a una de las bebés llamada Ivy, se dieron cuenta de que algo andaba muy mal: tenía una malformación en la cabeza, estaba hinchada y más grande de lo que debía, además se notaba que la chica estaba adolorida.
Llevaron a toda la familia al veterinario, lamentablemente los médicos dijeron que la bebé tenía una hinchazón severa en su cerebro. El extremo dolor que le producía la enfermedad llevó a los profesionales a recomendar que lo mejor era dormirla para siempre.
En este caso, lamentablemente, no hubo más nada que hacer… Dottie sufrió la pérdida de su pequeña, pero nunca dejó de cuidar a sus otros bebés, a los que llamaron Timon y Pumbaa.
Poco a poco Dottie y sus pequeños sobrevivientes se estabilizaron hasta que en el refugio a todos les encontraron un hogar en el cual puedan ser felices por siempre…
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