Un grupo de rescatistas se vio obligado a actuar bajo riesgo al encontrarse frente a un venado que estaba atrapado en una valla electrificada. No se sabe cómo el animal se las arregló para que sus cuernos quedaran enredados entre las rejas, pero intentaba liberarse frenéticamente. Por fortuna, sus salvadores llegaron a la propiedad ubicada en Duddleswell, East Sussex, justo a tiempo para ayudarlo antes de que sufriera un ataque cardíaco producido por el estrés.
Los voluntarios de East Sussex Wildlife Rescue & Ambulance Service (WRAS) recibieron la llamada a las 9 a.m., en la mañana de Navidad, ya que unos vecinos de la localidad vieron al chico enredado e intentando desesperadamente liberarse de esa tortura. Cuando llegaron había una pequeña horda de ciervos hembra evidentemente preocupadas al verlo allí impotente.
«Al ver las marcas en el suelo y el estado en el que se encontraba el ciervo, entendimos que estaba allí atrapado desde tempranas horas de la mañana», dijo Trevor Weeks, del equipo de rescate.
En ese momento, Kathy Martyn y Chris Riddington usaron una red especial para restringir el movimiento del animal y así permitir que Trevor, quien tenía más experiencia, lo agarrara por las patas y lo empujara hacia abajo.
Todas esas maniobras permitieron que Laura Carrick lanzara una manta sobre la cabeza del venado, luego Chris tomó el control de su cabeza mientras que Kathy y Laura cortaron la cerca eléctrica.
¡Qué impresionante y complejo trabajo en equipo han tenido que hacer para liberar al asustado ciervo! Ese tipo de rescates nunca son sencillos, y si alguien no sabe lo que están haciendo, muchas personas podrían verse perjudicadas.
Aparentemente, si no lo ayudaban en los próximos 30 minutos, iba a sufrir un ataque cardíaco. «Pudimos notar que llevaba tiempo allí, estaba evidentemente estresado y cansado. Por fortuna no presentaba ninguna herida, ya que la reja fue removida de forma impecable», comentó Trevor.
«Estábamos tan preocupados, que lo observamos durante un rato para asegurarnos de que todo estuviese bien, y después de detenerse entre unos árboles, corrió hasta que dejamos de verlo».
Si pudo correr de esa forma, el chico se encontraba totalmente recuperado y muy feliz de poder estar libre. Si no llegaba un equipo especializado, posiblemente no hubiese logrado salir de ese conflicto. Por eso, es importante que cuando veamos a un animal en peligro, evaluemos la situación. La decisión correcta es siempre ayudar, pero debe hacerse de forma inteligente: ¿Podemos nosotros, o hay que llamar a un profesional? En este caso todo salió de maravilla y nos da mucha alegría.
Comparte la hazaña de estos valientes voluntarios con todos tus amigos y conocidos, ¡merecen un gran reconocimiento!