La caza furtiva es sin duda, el mayor problema de los animales salvajes, quienes no solo tienen que sobrevivir en su hábitat natural sino intentar huir de la ambición del hombre que cada día es mayor. Desde loros parlantes hasta primates nocturnos, forman parte de la amplia lista de cazadores que con su afán de conseguir trofeos a precio del dolor de los indefensos animalitos solo causan que sean más los que estén en peligro de extinción.
Muchos de los animalitos mueren en la captura y traslado fuera de su hábitat.
Desafortunadamente, una nueva especie parece ser el nuevo atractivo para los cazadores, se trata de pequeños pandas rojos del tamaño de un gato, conocidos por ser tan adorables y esponjosos como un peluche. Rod Mabin es directora de comunicación regional de Free the Bears, con sede en Australia, a principios de año su equipo ayudó a rescatar seis pandas rojos en una camioneta a unos 16 kilómetros de la frontera china.
Esta especie se encuentra en laderas montañosas que van desde el centro de China hasta Nepal.
Para Mabin y todo su equipo ese fue uno de los más grandes rescates de pandas rojos hasta la fecha. Todo indicaba que el destino de los adorables peluditos era el comercio de mascotas exóticas, el hombre que conducía el camión en que se encontraban los osos afirmó que desconocía el final delos pandas, pero se estima que su destino era un centro de vida silvestre ilegal. Afortunadamente, fueron encontrados a tiempo y trasladados al santuario de la organización en Luang Prabang.
Tres de los pandas estaban muy enfermos y murieron.
Estos mamíferos están más relacionados con los osos y mapaches que con los pandas gigantes, debido al incremento de la caza furtiva para comercializarlos y a la constante deforestación se consideran animalitos en peligro de extinción. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza estos animalitos habitan desde el centro de China hasta Nepal.
En teoría los pandas rojos están protegidos por las leyes locales y por un tratado que prohíbe su comercialización, pero en los últimos años se han realizado múltiples incautaciones de estos animales.
El panda rojo come una cuarta parte de su peso corporal al día y defeca el equivalente a su peso en una semana.
Damber Bista de Red Panda Network, señala que criarlos en cautiverio no es rentable, de cachorros estos animalitos son muy amigables pero adultos son esquivos incluso con los propios pandas. Esto parece no importarles a los cazadores quienes hacen lo posible para darle mayor auge al comercio de vida silvestre con mascotas exóticas.
Solo queda educar a las personas sobre el inmenso daño que trae el comercio ilegal de mascotas. Ayuda a compartir está nota y comenta con nuestros familiares y amigos el riesgo que corren muchos de nuestros animalitos.