La mayoría de los animalitos se muestran indefensos cuando no están con sus padres, quedando muchas veces a la deriva y con riesgos de que los depredadores más grandes atenten en su contra. La historia de estos elefantitos bebés pudo tener un final desagradable, pero corrieron con suerte y pudieron reunirse con su padres elefantes.
Una familia de elefantes recorría el parque y los seis bebés elefantitos terminaron llenos de lodo.
En el Parque Nacional de Thap Lan, en Tailandia, quedaron atrapados seis elefantes bebés en un gran charco, todos formados en fila india se sujetaban para intentar salir del fango pero cada intento solo los hundía más.
Ante la desesperación los pequeños elefantes se mantenían unidos.
Los pequeños animalitos fueron vistos por un grupo de guardaparques que tras hacer el recorrido nocturno se percataron de la triste escena, los pequeños elefantes se mostraban desesperados e incapaces de salir por sus propios medios, al evaluar el episodio los hombres se dieron cuenta que los padres de los seis elefantes estaban esperando que sus bebés pudieran salir.
Preocupados pero con esperanza iniciaron la misión de rescatar a los elefantes.
Los guardaparques intentaron ayudar pero no tenían las herramientas adecuadas para movilizar a los seis elefantes sin que salieran perjudicados, así que decidieron volver al día siguiente para terminar la misión, lograr reunir a toda la familia de elefantes. Sabían que no podían desproteger a los pequeños, así que uno de los vigilantes pasó con ellos la noche para cuidarlos de cualquier peligro.
Fueron horas muy difíciles para los pequeños elefantes y de angustia para el hombre.
Tras horas de planificación y trabajo en equipo, optaron por cavar una especie de rampa en el pozo de lodo, así los hermanos elefantes podrían salir sin sufrir mayores riesgos. Aunque al principio fue difícil atraer a los animalitos para que caminaran por la rampa, finalmente se atrevieron.
Aunque todo parezca incierto, siempre es posible si se quiere.
El primer paso de uno de los elefantes fue débil pero inspirador para que el resto de los elefantitos se motivaran a salir. Para los guardaparques fue hermoso ver como uno por uno, los elefantes bebés salían del barro. Después de esta terrible experiencia los elefanticos seguro tendrán mayor cuidado cuando salgan a recorrer el parque con sus padres.
Un paseo que empezó incierto y terminó con el encuentro familiar de elefantitos.
Los seis elefantes estaban nerviosos pero sanos, la misión se logró sin ningún incidente y el encuentro familiar fue emotivo, no solo para los padres que observaban todo desde lejos, sino para los guardaparques que dejaron el alma y el corazón para reunir a la familia.
Estos elefantitos se mantuvieron unidos para salir adelante. Comparte la nota para que todos comprendan que el trabajo en equipo siempre es mejor.