Una perrita que no era más que una maraña de nudos luchando por sobrevivir en un techo, ha logrado la transformación más impactante que toca el alma.
En la cotidianidad de nuestras vidas diarias podemos cruzarnos con más de un almita indefensa en busca de ayuda, pues el problema del abandono animal que atraviesan muchos países es evidente.
Pero, qué diferente sería el panorama si cada persona se animara a salir de su comodidad para prestarle apoyo a un ser qué lo necesita.
Ellos sólo cuentan con nosotros para salir adelante.
Cambios asombrosos podrían presenciarse si en lugar de indiferencia los animales abandonados recibieran ayuda, así como ha ocurrido en el caso de esta perrita callejera que tras años viviendo en el abandono ha vuelto a ver una luz de esperanza.
La perrita se llama Diana y protagoniza una historia digna de cualquier princesa
Cuando esta poodle se cruzó por el camino de quien ahora es su ángel, estaba convertida en una verdadera estopa.
Nadie podía haber imaginado la belleza que había debajo de su espeso y enmarañado pelaje.
El aspecto de Diana era sólo el reflejo de todo el tiempo que pasó viviendo en completo abandono, pero aun así conservaba intacto su gran corazón.
Diana vivía en la platabanda de una construcción sin terminar en Quito, Ecuador.
Los vecinos de la zona no sabían en qué momento había comenzado a ocupar ese lugar, pero estaban acostumbrados a su presencia en esa comunidad.
Algunos buenos samaritanos le arrojaban sobras de comida de vez en cuando, pero la pequeña era bastante asustadiza y no solía acercarse mucho a las personas.
Su aspecto enmarañado no dejaba distinguir su belleza.
En el lugar donde solía estar esta perrita había una casita de madera, por lo cual se intuye que en algún momento Diana perteneció a alguien que decidió dejarla en ese sitio como un económico sistema de alarma.
Los perros son seres vivos y no alarmas de seguridad.
Por fortuna, un hombre de buen corazón fue alertado del caso y decidió cambiar el destino de esta perrita. Se trataba del rescatista Luis Bejarano, voluntario desde el 2005 de la Fundación Protección Animal Ecuador (PAE).
Experto en la atención de este tipo de situaciones, Bejarano supo cómo ganarse rápidamente la confianza de Diana y una vez que pudo sacarla del lugar decidió alimentarla y llevarla al centro médico de la fundación.
Un buen baño y un chequeo eran urgentes para esta perrita.
La perrita fue sometida a exámenes de rutina para constatar su estado de salud y, pese al abandono en el que se encontraba, no presentó ninguna afección grave.
Lo que más impactó al rescatista en este caso fue lo que descubrió después de someterla a su primer baño en mucho tiempo.
Nadie podía advertir toda la belleza que había bajo toda esa maraña de pelos
La transformación de Diana fue realmente sorprendente y Luchito, como se le conoce entre sus amigos, se encargó de registrarla y subirla a su cuenta en TikTok.
La ayuda que recibió esta peludita no hubiese sido posible sin la intervención del vecino que decidió denunciar el caso, fue gracias a esto que Bejarano pudo dar con ella.
«Recibimos llamadas, correos electrónicos, mensajes de WhatsApp y a través de nuestras redes. La gente nos reporta casi a diario rescates y denuncias, pero le damos prioridad a los animalitos que están en peligro como atropellados, heridos, enfermos, maltratados, cachorros abandonados, hembras en estado de gestación«, comentó el rescatista.
Diana es una chica valiente y muy juguetona, así que en el refugio esperan que pronto esté completamente lista para escribir una nueva historia.
Mientras esto ocurre, la Fundación Protección Animal Ecuador se encarga de su cuidado y junto a Bejarano esperan hallar una una familia o persona amorosa y responsable que se anime a darle la protección y cuidado que tanto merece.
Sólo el amor hace posible un cambio tan asombroso como el que experimentó Diana, comparte su historia y ayúdanos a inspirar a más almas caritativas a hacer el bien ¡Juntos podemos salvar miles de vidas!