Recientemente, se difundieron las fotos de una perrita callejera acurrucada en unas escaleras en Houston que están conmocionando al mundo, la indefensa perrita presentaba fuerte signos de maltrato, totalmente desnutrida y al borde de la muerte. Un grupo de rescate la encontró y decidió hacer lo posible para salvarla.
El grupo de rescate en Houston, Texas junto con Resuce Dogs Rock NYC se encargaron de la perrita.
Rápidamente la trasladaron a un centro clínico veterinario, fue necesario ponerle una vía intravenosa para hidratarla, así como una sonda de alimentación. El estado de la perrita era muy delicado, tenía una fuerte infección en el oído y estaba llena de lesiones en su piel causadas por sarna.
Este parásito estaba por todo su cuerpo, lo que hizo que perdiera su pelaje y le salieran grandes llagas que se infectaron por no recibir atención a tiempo.
Decidieron llamarla Queenie.
Para la pequeña Queenie no fue fácil todo el largo y doloroso proceso de recuperación. Fue necesario realizarle una pequeña cirugía para remover todo el tejido muerto provocado por la sarna.
Queenie sabía que la intentaban ayudar así que aceptaba todo el tratamiento que le asignaban sus ángeles.
Recibió transfusiones de hierro para combatir su anemia.
Sus rescatistas estaban dispuestos a recuperar al indefenso perrito, Queenie también puso de su parte y paso a paso fue mejorando hasta lograr ponerse de pie. Debido a que permaneció mucho tiempo acurrucada en el piso había perdido flexibilidad y fuerza.
Fue necesario someterla a sesiones de terapia física para ayudarla a recuperar la fuerza en sus músculos.
La perrita fue revelando su optimismo y ganas de vivir.
Día a día la dulce Queenie se fue recuperando, comenzó a comer sola y a moverse lentamente, estos avances hicieron posible que le quitaran la sonda de alimentación. Para sus rescatistas fue muy satisfactorio verla caminar, sabían que la perrita quería vivir y haría todo por ser una peludita totalmente sana.
Quenie necesitó mucha fisioterapia pero sobre todo amor incondicional.
Después de algunos meses Quennie demostró un cambio radical, ahora es una perrita totalmente diferente, ese bulto de huesos y sarna quedó en el pasado.
Queenie ha dejado claro que todo es posible si tienes la ayuda indicada, afortunadamente ella fue vista a tiempo, con paciencia, amor infinito y ganar de vivir se transformó en una perrita enérgica y juguetona.
Se convirtió en un milagro viviente.
Quennie logró recuperarse por completo y encontrar un hogar donde la tratan como un miembro más de la familia. Ella está feliz con su nueva familia, y ellos están dichosos de poder ayudar a una perrita que solo merece amor después de un pasado tan triste.
Los grupos de rescate solo pueden seguir operando a través de donaciones. Anímate a colaborar en el refugio más cercano y comparte la nota en tus redes para que todos comprendan que una mano amiga hace la diferencia.