Un perrito sobrevivió en un río helado durante varios días contra los peores pronósticos y el final de su historia es realmente emotivo.
Muchas historias de animales son compartidas en las redes sociales, pero algunas, como esta, tocan el corazón de miles de personas.
Se trata de un hermoso perrito en Canadá, que después de vivir terribles vicisitudes que lo pusieron en peligro de muerte pudo recuperar la esperanza.
Todo ocurrió hace tres meses, cuando un perro quedó atrapado durante cuatro días en el gélido hielo del río Detroit en Ontario.
El animalito, que tiene aproximadamente de 12 a 18 meses de edad, quedó varado en el solitario lugar después de que algún animal lo perseguía, seguramente un coyote que pasaba por la ruta del río.
Las condiciones climáticas y la inestabilidad del hielo en el río hacían todo realmente complicado, el pobre perrito cayó al agua sin poder volver a subirse a un bloque de hielo.
La zona en la que estaba el animal era de difícil acceso. Además, estaba helada y, para empeorar la situación la nieve amenazaba.
El río Detroit divida la frontera entre Canadá y Estados Unidos, exactamente en las ciudades de Ontario, Michigan y Windsor.
Desde ambos lados del río varias personas eran testigos de la crítica situación que sufría el perro, pero temían no poder rescatarlo.
Jude Mead, trabajador de J&J Marine, una empresa de construcción marina que se encuentra en Windsor, se anotó para ayudar a rescatar al peludo lo cual no fue tarea fácil.
A pesar del peligro que eso representaba, Jude y su hijo siguieron firmes en su cometido utilizando un hidrodeslizador de la compañía química BASF Corp.
El pobre perrito debió estar aterrado en el río helado
La veterinaria Lucretia Greear evaluó al perrito y confirmó que había sufrido congelación en las almohadillas de sus patas y en otras partes delicadas de su cuerpo. También tenía hielo adherido a su pelaje.
El pobre se había deshidratado y sufría pancreatitis porque estuvo durante varios días atrapado a temperaturas demasiado bajas.
Después de someterlo a tratamiento médico, intentaron encontrar a la familia de Miracle, pero no tuvieron éxito. No había ningún tipo de información.
«Estaba escondido en este pequeño pedazo de tierra deshabitado, pero era muy difícil llegar allí debido al hielo», informó la Dra. Lucretia Greear, veterinaria del Woodhaven Animal Hospital.
Una vez que fue sacado del peligroso lugar la doctora lo auscultó con mucho cuidado y se dio cuenta de que había sufrido congelamiento en las almohadillas de sus patas y en sus partes íntimas.
De no haber llegado y actuado a tiempo sus salvadores, el final habría sido fatal.
Por más que buscaron no hallaron en su cuerpo collar o etiqueta que arrojara información de algún humano a quien perteneciera, también se le hizo un escaneo en un hospital veterinario para encontrar un microchip sin resultado.
Así que fue llevado al refugio de animales Friends of the River Rouge Animal Shelter.
En vista del peligro que corrió el perrito y la forma como fue rescatado decidieron ponerle por nombre Miracle, que se traduce milagro, e iniciaron el respectivo procedimiento para buscar un hogar que lo adoptara.
Gran cantidad de personas manifestaron su deseo de tenerlo en sus casas; pero los empleados del refugio, después de pensarlo detenidamente, se dieron cuenta de que su bienestar estaría garantizado al lado de la persona que arriesgó su vida para salvarlo.
«Todos estamos muy agradecidos por el final feliz de esta historia INCREÍBLE.
¡Felicidades a Jude y a su familia por la incorporación del perro a su familia! ¡Feliz vida, Miracle!», expresaron en la publicación.
Después de la terrible experiencia vivida, Miracle está muy feliz en su nuevo hogar junto a Jude Mead, su hijo Jude Mead Jr y toda la familia, quienes lo cuidan con mucho amor y esmero, pero no dejan de estar pendientes de que no se acerque mucho al río.
Finalmente tendrá el hogar amoroso que merece
El personal del refugio escribió un emotivo mensaje celebrando que Miracle fue adoptado por el hombre que le salvó la vida. Resaltaron que el perrito venció los peores pronósticos y ahora vivirá feliz con quien lo salvó.
Los milagros sí existen y podemos vivirlos cuando estamos dispuestos a ayudar a los seres que más lo necesitan.