Para algunas personas ninguna excusa será lo suficientemente convincente como para dejar de ayudar a un animal en apuros, así que tener prisa por llegar al trabajo es simplemente nimiedad para personas como Yvonne.
Esta gatita enamoró a la mujer al instante.
Esta trabajadora de Holmes & Marchant Shanghai se detuvo cerca de su oficina para intentar a ayudar a una gatita blanca que suplicaba un poco de comida.
La peludita estaba en un notorio estado de embarazo y casi no podía moverse, sólo maullaba hasta que Yvonne se percató de su presencia.
Su barriguita era bastante notoria.
Aunque estaba a raya para llegar a tiempo a la oficina, la mujer sabía que no debía dejarla sola pero tampoco podía regresar a casa para instalarla cómodamente. Entre la presión del momento, la trabajadora tomo una decisión algo arriesgada: llevó a la peludita a trabajar un rato.
La futura mamá se sintió privilegiada.
Temerosa ante la idea de meterse en problemas, Yvonne se llevó la sorpresa de que todos sus compañeros de trabajo resultaron amantes empedernidos de los gatos. Incluso su superior acogió a la gatita con mucho entusiasmo.
La felina los enamoró a todos al instante.
Todos se conmovieron al verla con su gran barriguita y hambrienta, así que hicieron un lugar especial para ella y no dejaron ni siquiera que Yvonne se la llevara a casa.
En un cuartito de la oficina, habilitaron un pequeño espacio para la peludita que decidieron llamar Bubu.
La gatita tenía su propia caja de arena, mantas, agua y comida fresca todo el día.
Los empleados estaban ansiosos por el embarazo de Bubu y el nacimiento de sus gatitos ocurrió cuando ellos menos imaginaban.
Una mañana al llegar a la oficina los pequeñines ya habían nacido, la gatita tuvo 8 bellos felinos que llegaron para alegrar la vida de todos en Holmes & Marchant Shanghai.
La madre con sus hijitos.
Después de cumplir su primer mes, las mascotas fueron trasladadas a una sala de reuniones más grande con cojines y mantas para que estuviesen realmente cómodos.
Los empleados esperan su turno libre para poder ir a visitarlos y ellos se han convertido en una especie de terapia anti-estrés para todos.
El mejor tiempo de descanso que podrían dar en cualquier trabajo.
Sin duda, el buen gesto de Yvonne merece ser aplaudido pero además todos sus compañeros de trabajo han demostrado tener un buen corazón.
Mientras los gatitos crecen ya más de uno se apuntó para adoptar y darle un hogar amoroso a cualquiera de los peluditos. Probablemente la madre Buba sea quien quede de forma permanente en la oficina, pero 9 gatos adultos en un sólo lugar podría traer muchos líos.
Cuando alguien quiere ayudar no hay límite que importe y esta gata es muy afortunada de toparse con gente solidaria como estos empleados, comparte en tus redes su bello rescate.